La década oscura de George Clooney

Estrella indiscutida en el firmamento de Hollywood, artista comprometido con causas humanitarias, multimillonario que produce sus propios films, soltero codiciado… todo parece sonreírle a George Clooney. Sin embargo la fama le fue esquiva por bastante tiempo al apuesto protagonista de ER.

El actor tiene una banda de amigos fieles, ocho en total, con los que se reúne todos los veranos. Se conocen desde los veintipico. Fueron sus compañeros de farra pero también su sostén en tiempos adversos. Sin ellos, el hoy consagrado y multipremiado actor no estaría donde está. Y, para manifestarles su agradecimiento, todos los años Clooney se reencuentra con estos amigos que, como él, que nació en 1961, ya pisan los 50 y peinan canas.

La razón de esta fidelidad es que no soporta disfrutar solo de su éxito y que sus «amigos en la mala» son los únicos con los cuales tiene ganas de compartir lo que ha ganado. Que no es poco, desde ya.



Sucede que, cuando llegó a Los Angeles, con 21 años y apenas 700 dólares en el bolsillo -más la oposición de sus padres que querían verlo en la Universidad- George encontró un obstáculo tras otro. A cada audición fracasada, a cada papel que se le escapaba de las manos, escuchaba la voz de su padre al otro lado del teléfono: «Vuelve a casa, George, vuelve a la universidad, saca un diploma».

Pero él no cedía, aferrado al sueño de hacer cine pero también a la atractiva vida nocturna de Hollywood -a veces peligrosa, ya que también Clooney, como tantos otros, cedió a la tentación de la droga y el abuso de alcohol.

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Entre los directores que lo rechazaron se encuentran Francis Ford Coppola -no lo quiso en su versión de Drácula-, Ridley Scott -prefirió a Brad Pitt para el rol masculino en Thelma y Louise- y Quentin Tarantino, que optó por Michael Madsen para completar el elenco de Los perros de la calle.

«Doce años en las galeras marcan a un hombre», dice uno de sus amigos fieles, Ben Weiss. En esos años duros, fueron estos compañeros los únicos que lo ayudaron a seguir adelante y persistir. Thom Mathews, también actor (Viernes 13), lo alojó cuando estuvo sin techo. Grant Heslov -hoy su socio en la productora cinematográfica que creó, Smoke House- le pagaba las cenas cuando Clooney se quedó sin dinero. Y cuando se divorció (de Talia Balsam, en 1993), Richard Kind (Spin city) le prestó un cuarto en su casa.

La fama llegó con la serie ER -después de muchos roles secundarios en series de menor éxito- y la consagración definitiva cuando por fin empezó a hacer cine a mediados de los años 1990.

Su primera gran producción fue también la revancha con Tarantino cuando en 1995 coprotagonizó From Dusk Till Dawn, un thriller vampírico de Robert Rodríguez, producido por el director de Pulp Fiction.

Hoy, Clooney puede darse el gusto de elegir realizadores y libretos -incluso de mostrar su tendencia política en muchos de los films que produce y protagoniza- pero no olvida esos años oscuros ni a quienes entonces le tendieron la mano.

Fuente: www.infobae.com

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