El sueño de una cementera aleja a dos regiones de Bolivia

Controversia. En Quillacas y Coroma, al sur de Oruro y norte de Potosí. Desde ambos bandos se dice que poseen documentación que respalda que el territorio les corresponde, además que se tildan de agresivos con el otro.

image Vista panorámica del cerro Pahua, que disputan Oruro y Potosí.

Pablo Peralta / Zona del conflicto, Oruro-Potosí, PAGINA SIETE



El anhelo de desarrollo a través de una cementera es lo que aviva el conflicto de límites entre Coroma y Quillacas, dos localidades que comparten el abandono histórico del Estado y que divergen en la delimitación de sus territorios.

Página Siete visitó esta semana la zona del conflicto para conocer más de cerca la controversia, además que conversó con las autoridades locales del lado orureño. Ya después, por contacto telefónico, se pudo tener una contraparte del lado potosino.

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El puntal de la controversia radica en el cerro Pahua, un reservorio de piedra caliza que contaría con 20 millones de toneladas métricas en ese yacimiento.

Para llegar hasta el cerro, que se ubica a una hora de Sevaruyo, cantón de Quillacas, no existe camino pavimentado. La senda que traslada al lugar está rodeada de arenales, pajonales y plantaciones de quinua.

Los pobladores de la región sostienen que el Pahua proveerá materia prima a una eventual cementera que se espera se construya en la zona. Según Vicente Choquetijlla, corregidor de esa localidad, las reservas de ese yacimiento tendrían hasta 150 años de vigencia cuando se empiece a producir cemento.

Para ese emprendimiento se requiere trabajar en el aprovisionamiento de gas y el tema de la energía, advierte Froilán Condori, alcalde de Uyuni.

Controversia

Entre quillaqueños y coromeños se descalifican entre sí y se tildan de tener una actitud agresiva hacia el otro, en algunos casos el conflicto que los pobladores de ambos lados coinciden en que es “histórico” y de “hace siglos” llegó a los “puñetes”. Los primeros llaman a los segundos como “ambiciosos” por querer acaparar territorios que no son suyos; mientras que éstos les dicen “mentirosos” y “desinformadores” porque aseguran que esos territorios les corresponden, cuando no es así.

Los habitantes de Sevaruyo aseguran que la mitad del cerro pertenece a Quillacas y la otra a Coroma. El corregidor Choquetijlla comenta: “Nosotros de ninguna manera nos expresamos de que es todito nuestro. Ahora, si queremos trabajar el cerro así en conjunto, trabajemos también. No hay ningún problema”.

Por otro lado, el alcalde de Quillacas, René Paca, sostiene que todo el cerro pertenece a este municipio y que incluso algunos territorios que están más allá. “Para nosotros el cerro Pahua es de Oruro porque nuestros documentos históricos indican que el territorio orureño incluso es desde más allá (Potosí)”.

La respuesta del otro lado va en el mismo marco. Esteban Luna, curaca mayor del distrito indígena de Coroma, sostiene que el Pahua “está dentro del territorio de Potosí”. Critica el que no se quiera respetar los límites departamentales, ni los documentos que los respaldan. “Lamentablemente esas notas cartográficas que existen no están siendo respetadas”, añadió.

Más allá de aquello, la cementera es esperada con ansias por los dos partes del conflicto. El alcalde de Quillacas asegura que la pretendida fábrica es un viejo anhelo de la localidad. Recuerda que la planta hace mucho debía estar “instalada”, porque en el Gobierno del ex presidente Hugo Banzer se emitió un decreto para tal cometido. “Sin embargo, no la tenemos. Ahora, hay esperanzas de que el presidente Evo Morales consolide la fábrica”, asegura. Desde Potosí también tienen el mismo deseo. El alcalde del municipio de Uyuni, al cual pertenece el distrito indígena de Coroma, comenta que “con seguridad” la cementera dará un empuje a esa región que ha sido olvidada por distintos gobiernos del pasado. Es por eso que se está a la espera que haya una solución, ya que se prorroga el “desarrollo” y “fuentes de trabajo”.

20 MILLLONES de toneladas métricas de piedra caliza poseería el cerro en disputa, Pahua.

Paros cívicos marcan matices del conflicto

Oruro. Esta semana, el Comité Cívico de Oruro convocó a un paro de 72 horas, con bloqueos, en defensa de lo que consideran su territorio. Los orureños bloquearon la red vial fundamental, evitando el tráfico hacia de Potosí, Cochabamba y La Paz. En el paro trabajaron conjuntamente autoridades originarias y municipales.

Potosí. El 31 de julio de 2010, Potosí inició una huelga general indefinida con bloqueo, paros y bloqueo de caminos que duró 19 días, en exigencia de que el Gobierno atienda un pliego de seis demandas, en la cual estuvo la exigencia de la instalación de una fábrica de cemento en la localidad de Coroma.