Evo y los “infiltrados”

INFILTRADO Comenzaron los apagones, llamados eufemísticamente “cortes programados”, algo que no se daba en Bolivia con los satanizados gobiernos neoliberales.

Así que el presidente Morales echó mano a la consabida búsqueda de chivos expiatorios para hacer más presentable la situación, concluyendo que los responsables de los apagones son “técnicos infiltrados”.

“Aquí hay algunos técnicos infiltrados que están perjudicando al pueblo boliviano. ¡Quiero la nomina de los infiltrados! (…) Yo me doy cuenta también que me perjudican, porque nos están mintiendo y mintiendo, nosotros no somos expertos en energía, yo soy experto en marchar”, dijo el pintoresco mandatario.



Las declaraciones de Evo hacen recordar a otras muy parecidas, utilizadas recurrentemente en la vieja Unión Soviética o en la Cuba castrista, donde los diversos desastres económicos de esos regímenes eran achacados a la acción de “saboteadores contrarrevolucionarios”.

En busca de desviar responsabilidades, el presidente ha llegado a culpar por los problemas de energía a “la expansión sin previsión de empresas y microempresas”.

Pero lo cierto es que el balance entre oferta y demanda de electricidad podría estar equilibrado si se hubiesen puesto en funcionamiento las flamantes turbinas del Ciclo Combinado en la generadora Guaracachi, estropeadas por la impericia de nuevos funcionarios designados por dedazo político tras la estatización de esa empresa.

Fenómeno similar al de Venezuela, donde la expansión del Estado en el sector energético no ha hecho más que provocar desabastecimiento, como en cualquier otro rubro de la economía.

“Quiero recomendar que es importante ahorrar energía”, ha dicho Evo. Esperemos que no acabe, como su tutor Hugo Chávez, aconsejando a los bolivianos que se bañen en sólo tres minutos o que vayan al baño con una vela por las noches…

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