Para ningún político debe ser fácil mostrar públicamente una lucha personal contra el cáncer, pero el modo en que lo ha hecho el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva tiene significados concretos, según sus allegados y expertos.
La noticia del cáncer de laringe que afecta a Lula fue conocida por los brasileños el 29 de octubre, apenas unas horas después que el propio ex presidente fuera diagnosticado con la enfermedad.
Desde entonces, el equipo de comunicación del instituto que encabeza Lula ha enviado regularmente a la prensa mensajes con información del tratamiento de quimioterapia que recibe y hasta de momentos íntimos que vive.
Por ejemplo, hubo fotos de Lula con médicos cuando inició el tratamiento en un hospital de Sao Paulo, fotos en una cama del nosocomio tomado de la mano de su sucesora, la presidenta Dilma Rousseff, y hasta fotos de su esposa Marisa Letícia cortándole a cero su cabello y su barba.
Todas estas imágenes han sido ofrecidas a los medios, libres de reproducción, por el Instituto Lula.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Algunas, en especial las del momento en que perdía su distintiva barba, recorrieron el mundo y se publicaron en las portadas de varios diarios locales y latinoamericanos.
Hay expertos que creen que todo esto responde a una estrategia definida, con valoraciones políticas.
José Chrispiniano, asesor de prensa del Instituto Lula, acepta que el modo de comunicar sobre la enfermedad del ex presidente tiene ciertos objetivos, pero descarta que se trate de vender algo en particular.
«No es de ninguna forma marketing», dijo en diálogo con BBC Mundo.
«Cuestión muy simbólica»
Chrispiniano explicó que fue el propio Lula quien tomó la decisión de informar abiertamente sobre su cáncer y tratamiento, desde el momento en que conoció el diagnóstico.
«Aunque no tenga ningún cargo público ahora, es una persona de interés público, entonces el objetivo es divulgar claramente: es una enfermedad tratable y un tratamiento con perspectivas bastante positivas de cura», señaló.
Además, dijo, se ha buscado evitar una dramatización de la enfermedad (de hecho, en muchas de las fotos divulgadas Lula aparece sonriente) o evitar que parezca «que se están escondiendo cosas».
La difusión de las fotos de Lula siendo afeitado y mostrando su nuevo aspecto con bigote también fue iniciativa del ex presidente, relató Chrispiniano.
«Era una cuestión muy simbólica de su imagen y quisimos mostrar que pasó ese momento tranquilo, porque (para) muchas personas que tienen esta enfermedad es un momento de mucho estigma», dijo.
Dos días después del corte de pelo de Lula, su instituto divulgó el viernes 18 fotos del ex presidente recibiendo la visita del director técnico de la selección brasileña de fútbol, Mano Menezes.
«Fuerza, eterno ‘presidente Lula’. Contamos contigo para 2014», escribió Menezes en la casaca número 10 del combinado nacional que le obsequió a Lula, y que también aparecía en las fotos.
Se trataba de una referencia al Mundial de fútbol que Brasil va a organizar ese año, precisó el comunicado.
«Una estrategia»
Rousiley Maia, una investigadora de la Universidad Federal de Minas Gerais experta en comunicación y política, cree que la decisión de informar de esta forma sobre el cáncer de Lula «fue deliberadamente una estrategia».
«En vez de poner sombras (o) tratar con medias palabras (la enfermedad), la estrategia es apelar por el lado humano, ordinario y mortal de la figura», dijo Maia a BBC Mundo.
Sin embargo, sostuvo que esa decisión es coherente con la «construcción de imagen pública de Lula por varios años», de un hombre de pueblo que se convirtió en un líder nacional reconocido mundialmente.
«Más allá de la empatía, es una forma de sustentar el carisma y respeto que construyó durante estos años», opinó. «Este momento de enfermedad personal es una forma de volver a la escena pública de forma central».
Renzo Taddei, un antropólogo profesor de comunicación, ciudadanía y política en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), dijo que el manejo público del cáncer de Lula muestra probables aspiraciones políticas a futuro.
«El cáncer es un tema ya clásico de superación y heroísmo en Brasil», indicó a BBC Mundo.
«Era todo lo que faltaba a Lula: vencer el cáncer. Si lo hace, ya no hay nada más que no pueda hacer (aunque no haya hecho la reforma agraria que Brasil aguarda hace tanto ni las reformas fiscales y políticas)», agregó.
Cáncer y elecciones
Hasta que le fue diagnosticado el cáncer, muchos brasileños se preguntaban si Lula buscaría regresar a la presidencia en las elecciones de 2014, pero él decía que corresponde a Rousseff buscar la reelección.
Cuando Rousseff fue tratada con éxito de un cáncer linfático en 2009, algunos miembros del gobierno de Lula llegaron a especular con que podía salir fortalecida para buscar la presidencia al año siguiente.
Sin embargo, Lula descartó públicamente que ambas cosas pudieran vincularse.
«No puedo imaginar cómo es que alguien sale fortalecido porque tuvo un cáncer», declaró entonces. «Sólo deseo la recuperación de Dilma».
Rousseff se recuperó y fue electa presidenta al año siguiente, con el respaldo de Lula.
Fuente: bbc