Bolivia. El viceministro Félix Cárdenas habló de los desafíos de la descolonización. Mirada. No se trata de desmontarlo todo, sino asumir la Navidad como escenario para encontrar armonía.
Félix Cárdenas, viceministro de Descolonización (der) con periodistas de Página Siete.
Página Siete / La Paz
Uno de los temas discursivos importantes del Gobierno es el de la “descolonización”, para el que ha creado un viceministerio. Página Siete visitó al viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, para hablar de varios temas de actualidad.
Página Siete.- ¿Qué opina de las versiones de la Gobernación sobre eliminar la Navidad? ¿Eso es “descolonización”?
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No escuché esas versiones, pero para mí la Navidad es un gran embuste que han logrado meternos y se ha convertido en un imaginario consolidado: tienes los renos, tienes el pino, la nieve, cosas ajenas a nosotros. El pino representa un falo y el falo era en Europa la reproducción de la vida. Y luego tienes el Papá Noel, la Coca-Cola lo ha instituido como un gordinflón con los colores de la Coca-Cola, el rojo y negro (‘). En vez de la cruz católica debemos colocar la cruz chacana.
Sin embargo, no se trata de desmontar todos estos artilugios comerciales, sino de asumir que la Navidad es el escenario propicio para acordarnos de la necesidad de la armonía, de estar en paz, de reflexionar y pensar en los niños.
¿Por qué no decirle a los niños que no hay Papá Noel? ¿Por qué no decirle al hijo: ‘yo soy (el padre) que te compra los regalos porque te quiero’? No está bien trasladar el amor del niño a un gordote como Papá Noel.
Página siete.- ¿Cuál es desde su punto de vista la concepción filosófica de la descolonización y cuál sería una Bolivia ‘descolonizada’? Se habló de la Navidad. ¿Qué rol juega la religión?
En el tema de la religión se trata de evidenciar el papel fundamental que ha tenido en la eliminación de los pueblos indígenas, en la sustitución de las religiosidades propias. Se trata de cómo recuperamos una identidad religiosa y que ésta sea una opción y no una imposición.
Nosotros hemos hecho matrimonios no católicos pero hay quienes se preguntan ¿acaso eso es descolonización? Tienen su mirada, nosotros la nuestra. No estamos planteando abominar la fe, sino ser críticos con la historia de la religión católica y que esa postura crítica nos pueda ayudar a recuperar nuestra identidad religiosa.
A través de estos matrimonios descubrimos otros temas, como lo patriarcal, que son las leyes bolivianas con respecto al matrimonio, por ejemplo. Nos dimos cuenta lo machista que es el actual Código de Familia.
Página Siete.- Las tareas de “descolonización” son enormes. Con el cierre del 2011 nos gustaría conocer ¿cuáles han sido los avances de su despacho en este tema?
Lo primero que hicimos fue rodearnos de un personal que no es el clásico funcionario público. Los que contratamos venían de movimientos sociales y no necesariamente son del MAS. Hay cuatro o cinco ex asambleístas constituyentes.
Rompemos las reglas neoliberales que dicen que para ser jefe hay que ser profesional, tener un título. Yo tengo compañeras que son indígenas, que tal vez no han terminado el colegio. Ese es un primer escenario de descolonización dentro de los servidores públicos.
Como autoridad no tengo ningún privilegio, tenemos un ambiente horizontal. Cuando la gente entra aquí no sabe quién es el viceministro. Ahí estamos rompiendo el comportamiento jerarquizante. Nadie me dice “señor viceministro”, todos me dicen ‘hermano’, ‘compañero’ o me llaman por mi nombre.
Luego, lo primero fue asumir que Bolivia es un Estado colonial en todas sus estructuras, después ubicamos los nichos duros de ese colonialismo. Asumimos que todo en el Estado es colonial, incluso el comportamiento de los ministros, viceministros y los funcionarios, que las conductas son jerarquizantes; el terno y la corbata, por ejemplo, es parte de una mirada colonial de superioridad.
Los lugares duros del colonialismo son la educación, en primer lugar, la religión, las leyes, las FFAA y la Policía.
Página Siete.- ¿Cómo repercute el ejemplo de su viceministerio en otras reparticiones estatales?
Una cosa es que nosotros nos planteamos la descolonización como condición sine qua non para la construcción del Estado plurinacional y otra que en otros niveles –y hay que aceptarlo autocríticamente– piensen que la transformación viene sólo a partir de la industrialización y no del cambio de mentalidad.
Por ejemplo, junto con el Ministerio de Transparencia hemos estado desarrollando un trabajo sobre la ética del servidor público, pero a mitad del trabajo se cortó por alguna orden superior.
Y es importante el cambio en el aparato institucional porque el ciudadano se pregunta cuánto están cambiando ellos (quienes forman el aparato del Estado) para que cambie él.
Por todo ello, el Viceministerio de Descolonización no es una “monedita de oro” destinada a caer bien a todos, incluso dentro de la misma estructura de Gobierno.
Página Siete.- ¿Cómo imagina a Bolivia descolonizada en algunos de los espacios en los que usted está trabajando?
Cuando nosotros luchamos en nombre de los 500 años, ubicamos a las Fuerza Armadas por su papel en las dictaduras y la represión. Pero eso era en un escenario de resistencia hoy estamos en la construcción de poder, ya no podemos tener la misma mirada.
Si antes se pedía un servicio militar voluntario, hoy más que nunca creemos que debe ser obligatorio y no de tres meses, sino de dos años, para formar el hombre nuevo que soñamos.
Página Siete.- ¿Cómo hace su viceministerio para participar en la construcción de las leyes y darles una mirada descolinazadora?
No hemos tenido la capacidad para esto. Nos hace falta físico en tener abogados que puedan controlar y hacer el monitoreo de las leyes que se debaten y aprueban. Los tiempos que se tiene para la construcción del Estado plurinacional no son los tiempos que maneja el Parlamento. Para ellos hay otras urgencias.
Página Siete.- Por sus palabras daría la impresión que hay una supremacía de la cultura aymara y quechua. ¿Qué está haciendo su viceministerio para recuperar las culturas de las tierras bajas?
Mire, no hemos podido articular lo necesario con las de tierras del oriente, porque hemos pensado que esta primera etapa de la descolonización tenemos que ver el aparato del Estado y luego la sociedad. No hay modelos de sociedad, tenemos que aprender en el camino, en la construcción.
“Si antes se pedía un servicio militar voluntario, creemos que debe ser obligatorio y no de tres meses, sino de dos años, para formar el hombre nuevo que soñamos (…) hoy estamos en la construcción de poder, ya no podemos tener la misma mirada”.
El ministro Arce Catacora no debería pensar en que necesitamos dinero del BID
Durante el Desayuno de Trabajo con Página Siete, el viceministro Félix Cárdenas fue consultado sobre una Bolivia ideal, descolonizada. Él dio a conocer su visión, especialmente crítica de la Iglesia Católica.
“Yo creo que hay temas pendientes entre la Iglesia Católica y los pueblo indígenas, no es suficiente que el Papa, un 12 de octubre, haya pedido perdón al mundo (por el maltrato a los indígenas). Cuando uno pide perdón está reconociendo su error, cuando el ladrón dice ‘perdón, yo he robado’ no es suficiente, tiene que devolver lo que robó”, dijo.
Y siguió: “Si la Iglesia fuera más fuerte yo ya hubiera sido excomulgado porque tengo una posición muy crítica frente a la Iglesia, a pesar de haber convivido con monjas y curas; mi formación fue junto con ellos y precisamente por eso sé lo que es la Iglesia, sé de la hipocresía de la Iglesia”.
Consultado sobre cuáles son sus sueños de una Bolivia descolonizada, dijo: “Sueño con una religión más comprometida con el pueblo; sueño con el ejemplo de Luis Espinal, expresado en muchos sacerdotes verdaderamente cristianos, que no solamente hablan de acompañar al pueblo en sus aspiraciones” y añadió que aspira a la existencia de una religión plural en todos los sentidos. “Tal como yo respeto a la gente que es católica, también puedan ellos respetar mi espiritualidad. Mi respeto a la Madre Tierra, la Pachamama, mis celebraciones los martes y los viernes, etc.”, dijo.
Sin embargo, recalcó en que la Iglesia Católica merece tener un espacio en la sociedad y que se la debe respetar como una opción entre varias otras.
Respecto del tema económico, Cárdenas arremetió contra el ministro de Economía, Luis Arce: “La descolonización de la economía debería ser asumida por el Estado boliviano, que pretende ser plurinacional, como tener la capacidad de decirle a Europa ‘no nos presten plata, devuélvanos los que se llevaron en forma de solidaridad, de apoyo al desarrollo’. Esa es la nueva mirada que debería hacer el ministro Luis Arce Catacora, no pensar que necesitamos dinero del BID, del Banco Mundial, del Fondo Monetario, sino la obligación que tienen ellos de devolvernos lo que se llevaron antes sin intereses; ésa es la descolonización de la economía”.
Rompemos las reglas neoliberales que dicen que para ser jefe hay que ser profesional, tener un título.
El Viceministerio de Descolonización no es monedita de oro para caer bien a todos, incluso dentro del Gobierno.
Si la Iglesia fuera más fuerte, yo ya hubiera sido excomulgado porque tengo una posición muy crítica.