Hasta el pasado viernes por la noche, día en que el Costa Concordia naufragó en aguas de la Toscana, la nave se publicitaba como una verdadera isla de vacaciones en la que la innovación, el confort y el relax eran sus señas de identidad. En su interior 1.500 camarotes, 5 restaurantes, 13 bares, 4 piscinas, 5 jacuzzis, capilla y un incréible Spa, entre otros servicios.