Mamoré canta victoria en casa ante Oriente

Consciente de que puede zafarse del descenso si da pelea a sus rivales punto a punto, ayer Real Mamoré superó sus limitaciones y con mucho corazón venció a Oriente por 2-1 en el estadio Gran Mamoré, de Trinidad. La primera parte fue bastante intensa para ser un inicio de temporada, en la que ambos salieron con actitud ponderable.Al minuto nada más de juego, un excelente remate de Carlos Belmonte encontró bien parado a Álex Arancibia, portero albiverde. Jorge Céspedes ensayó otro disparo de distancia y el balón salió desviado. La presión se hizo más fuerte cuando una excelente triangulación entre Iván Zerda, Céspedes y Belmonte, permitió el gol de éste último a los 11 minutos de juego.

Los orientistas no se refugiaron en su terreno y respondieron con ataques incisivos. El empate no tardó en llegar, fue a los 20 minutos, cuando Alcides Peña se proyectó por la izquierda, superó a Gabriel Aguilar, encaró al portero Juan Carlos Robles y también lo derrotó. Luego, la presión en ambos arcos bajó y el encuentro entró en un vacío aburridor. La mejor acción de gol fue a los 44’ cuando, otra vez Peña encaró al rival, remató, el balón tenía destino de gol, pero Alan Loras cruzó la pierna y desvió el balón. En el complemento, los realistas se fueron como un verdadero turbión y arrinconó a su rival, en el que en menos de 10 minutos, el portero Arancibia salvó la caída de su pórtico ante remates de Belmonte, Céspedes y Zerda, respectivamente.

En una de esas jugadas, a los 8’ un pase en profundidad de Gaitán para Aguilar, obliga a que Wílder Zabala trabe a este último y el árbitro Óscar Maldonado sancione la pena máxima. Fue el mismo Gaitán quien ejecutó la pena y con remate a media altura y al centro marcó el segundo tanto a los 55’. Como señala el refrán, sobre lo mojado llovido, una reiterada falta de Miguel Hoyos le significó la doble amonestación y por tanto dejó a su plantel con uno menos, situación que a la postre gravitó bastante, porque los trinitarios presionaron ante un rival que dejó de atacar y sólo se defendió, debido a la mayoría numérica del anfitrión.



Fuente: Unitel.

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