¿Matrimonio abierto… y feliz?

Newt y Marianne Gingrich se divorciaron tras 18 años de casados.

La exesposa del candidato presidencial republicano en EE.UU. Newt Gingrich dijo que su matrimonio acabó después de que ella rechazara la solicitud que le hizo el político de tener un «matrimonio abierto».

Personas en ese tipo de matrimonio le dijeron a la BBC que, si la versión de los hechos contada por ella es cierta, el expresidente de la Cámara de Representantes abordó el tema de manera equivocada

Varios años después de su boda, Jenny Block se dio cuenta de que a pesar de que amaba a su marido y quería estar con él, necesitaba algo más.



Hoy Block, escritora, vive con Christopher en Dallas, EE.UU. Su novia, Jemma, no vive con la pareja, pero pasa mucho tiempo en la casa del matrimonio.

«Ha sido mi novia y yo y mi marido y yo, y ellos son muy buenos amigos, pero no hay relaciones sexuales entre ellos,» dice Block, de 41 años de edad y autora del libro «Amor, sexo y vida en un Matrimonio Abierto».

La escritora insiste en que, pese a todo, ella forma parte de una familia aburrida y rutinaria.

«La diferencia es que yo tengo una segunda pareja, pero quien venga a cenar no detectará nada particular», asegura.

La «amante»

El jueves pasado, la carrera por la nominación presidencial republicana se vio sacudida por una acusación de infidelidad hecha por la exesposa del expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich.

Marianne, la segunda esposa de Gingrich, aseguró en una entrevista televisiva: «Él quería un matrimonio abierto y yo me negué».

Según dijo, el acuerdo matrimonial buscaba que él pudiera mantener a su amante mientras seguía casado con ella, algo que el político niega airadamente.

En cualquier caso, los 18 años de matrimonio con Marianne terminaron en divorcio, y Newt Gingrich está casado con quien fuera Callista Bisek, la supuesta «amante» de la versión de Marianne Gingrich.

Jenny Block insiste en que forma parte de una familia aburrida y rutinaria.

«Poliamor»

En entrevistas, las personas en matrimonios abiertos dicen que a pesar de que ese arreglo no funciona para todos, es absolutamente posible mantener de manera satisfactoria relaciones con más de una pareja a la vez.

El término preferido es «poliamor», una palabra acuñada en la década de 1990 en EE.UU., para definir la práctica de parejas que tienen relaciones sexuales con otras personas sin que medien lazos de tipo romántico.

«Las relaciones basadas en el poliamor tienden a ser continuas, duraderas, estables, con el conocimiento y consentimiento de todos los involucrados», dice Anita Wagner, quien las ha experimentado por los últimos 15 años.

«Cuando funcionan son maravillosas. Abundan el amor, el afecto y la experiencia», sostiene.

Las claves para que todo funcione con éxito son el consentimiento y la negociación de reglas y límites, alegan consejeros, educadores sexuales y parejas involucradas en ese tipo de relaciones.

El acuerdo puede incluir desde que una de las partes sólo tenga relaciones extramatrimoniales cuando está de viaje de negocios hasta que se acepte la existencia de otra persona pero en calidad secundaria, dice Tristan Taormino, educadora sexual, escritora y feminista.

Taormino, autora de «Guía para Crear y Mantener Relaciones Abiertas, asegura: «Se puede llegar realmente a acuerdos con condiciones muy específicas o se puede dejar una buen margen de apertura».

Discusión previa

Lo ideal sería que la discusión tenga lugar en una relación monógama y antes del inicio de una relación extramatrimonial.

«Si ya existe una relación antes de que se discuta el tema aumentan las probabilidades de fracaso de manera significativa», advierte Deborah Anapol, psicóloga de San Francisco y terapeuta que lleva tres décadas aconsejando a parejas abiertas.

Incluso a parejas que en teoría creen en el poliamor les resulta difícil abordar el tema, dice.

«Se necesita mucho valor para mirar a los ojos de alguien a quien amas y decirle que te gusta otra persona, aun cuando cuando exista un acuerdo», expresa Anita Wagner.

«No es algo que estamos acostumbrados a hacer. No tenemos modelos que seguir», añade.

Taormino dice que el acuerdo matrimonial puede ir de lo muy específico a lo muy general.

«Lo sigo amando»

Jenny Block no sólo vive con su marido Christopher sino también con su hija adolescente, y describe a su novia Jemma como huésped frecuente y amiga querida por la familia.

Jemma, es «mi mejor amiga, sólo que tengo también una relación romántica con ella».

Block llegó a poliamor exactamente como se supone que no debe hacerse: después de engañar a su marido.

Al terminar la universidad entró en una relación monogáma.

Pero ella sabía que era bisexual, y tres años después de su matrimonio comenzó una relación con una mujer.

Cuando el esposo lo supo se enojó, no porque ella tenía una relación sexual con otra persona, sino porque había sido deshonesta con él, explica Jenny.

Después de discutir el asunto, la pareja compartió una novia por un tiempo, y luego él salía con otras personas.

Pero ahora Jenny lleva con Jemma cinco años y medio, y Christopher «no ha salido con nadie por un tiempo», asegura.

Jenny y Christopher cumplirán próximamente 15 años de casados.

«Todo lo que sé es que yo lo sigo amando y quiero seguir casada con él pero a la vez deseo tener otra pareja», dice.

Sin embargo, «no se trata tanto del sexo como personas que no están en este tipo de relaciones podrían suponer», agrega.

Fuente: bbc