Empresarios y analistas creen que es necesaria para el desarrollo.
Norma. Especialistas dicen que se deberá generar seguridad jurídica para que los empresarios locales y extranjeros realicen emprendimientos a mediano y largo plazo.
El año pasado hubo cortes de energía; la generación demanda inversiones. Archivo Página Siete
Página Siete / La Paz
Empresarios y analistas ven la necesidad de una nueva ley de inversiones para atraer capitales y garantizar la seguridad jurídica.
Si bien el oficialismo, en el discurso, señala que se respeta estos preceptos , hay coincidencia en la necesidad de una norma para que se establezca un marco jurídico que incentive el desarrollo de las inversiones.
Además, afirman que coadyuvará a que se defina con claridad los términos en los cuales el inversor se relacionará con el Estado, que han cambiado tras promulgarse la nueva Constitución Política del Estado.
“Una ley de inversiones que sea eficiente y que esté construida de forma que dé condiciones de incentivo, generará que los flujos de capitales locales como extranjeros encuentren en el país un lugar para hacer negocios”, sostiene Guillermo Pou Mont, presidente de la Cámara de Exportadores de La Paz.
Cuando se den esas condiciones, explica, hay la posibilidad de captar “grandes inversiones”, las cuales a su vez repercuten en la generación de empleos. Por eso, la ley de inversiones es en el fondo “una herramienta para fomentar la actividad económica” en Bolivia, aseguró.
La seguridad jurídica estará dada, dice el ex canciller y economista Agustín Saavedra, por la garantía que se otorgue al empresariado para que invierta en el mediano y largo plazo.
Pero países vecinos ya llevan la delantera en esta materia y Bolivia requiere una ley que tome en cuenta lo que están haciendo para captar capitales, para superar sus ofrecimientos, mediante los incentivos que se establezcan, comenta Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior.
Incentivos
Entre los incentivos que los especialistas mencionan están la claridad en los términos impositivos, diferentes condiciones para contratación de mano de obra, tratamientos excepcionales para la inversión extranjera exitosa, pagos diferidos de impuestos, exenciones tributarias para la importación de bienes de capital, entre otros.
Esos incentivos también deben elaborarse en función al objetivo que se quiere alcanzar y las áreas que se desea desarrollar.
Pou Mont aseguró que la gama de mecanismos que debe diseñarse para atraer los capitales debe darse dejando de lado la contabilidad de los recursos que ya no se perciben y más bien pensando en los que a futuro se generarán.
Pero, ¿cómo encaja una ley de inversiones en un modelo que muchos califican de estatista y proclive a las nacionalizaciones de empresas?
El presidente de la Comisión Económica de la Cámara de Diputados, Marcelo Elío, sostiene que el Gobierno no es de corte estatista y aclara que en su momento se nacionalizaron entidades que eran de propiedad del Estado, pero nunca se replicó esa medida en empresas privadas.
El legislador asegura que la nueva ley se enmarcará en el modelo que establece la Constitución Política del Estado: la economía plural, en la cual participan el Estado, el sector privado, el cooperativo y el comunitario.