Se fue el maestro de los árbitros

Alfonso Seligman Weissmann era la persona que más y mejor entendía a los árbitros, y el que más sacaba la cara por ellos. Nunca fue referí, pero desde que entró al fútbol se identificó plenamente con los “hombres de negro”. Tras una prolongada enfermedad un cáncer pulmonar, ayer (a eso de las 04.30) dejó de existir, a los 71 años de edad, tras dejar huella en una de las funciones más delicadas que hay en el fútbol, la del arbitraje, siendo un ejemplo de respaldo incondicional hacia ese gremio y por el que luchó siempre. Nació en Cochabamba el 4 de enero de 1941.

En 1989 se integró como miembro del Comité de Árbitros de la Liga, y empezó como presidente de ese ente en 1995. En 2004 asumió como presidente del Comité Único Superior de Árbitros de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), cargo que dejó hace casi dos años para retirarse de la actividad. Fue, sin duda, uno de los hombres más influyentes del arbitraje boliviano, desde las bases, cuando se enrolaba con quienes estaban comenzando con el silbato, hasta los de mayor experiencia, y fue conocido y respetado a nivel internacional. Uno de los mayores aportes de Seligman fue lograr la unificación del referato, cuando nació el Comité de la FBF, rompiendo las comisiones que por su lado tenían la Liga y la Federación Boliviana. También está el apoyo que dio, de distintas maneras, a la continua capacitación de los referís mediante cursos internacionales en el país y en el exterior.

Desde su cargo de Agregado de Cultura y Prensa en la Embajada de Alemania en Bolivia, Seligman también colaboró gestionando becas otorgadas por ese país europeo a favor del deporte boliviano. Se lo recuerda, asimismo, por su constante preocupación por la renovación arbitral. Vio “nacer” a muchos árbitros, los condujo y también presenció su jubilación para que dieran paso a nuevos valores. “Nos deja un gran vacío, la verdad que don Alfonso nos hará mucha falta. Ya está descansando y quienes más lo vamos a extrañar seremos sus hijos y los árbitros”, dijo Jeannette Seligman, una de sus hijas. Sus inicios. La carrera de Alfonso Seligman en el fútbol comenzó a a fines de los años 80, cuando en la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP) se integró a nivel dirigencial y ocupó varios cargos. Ya desde entonces colaboraba con los árbitros.



A partir de la llegada de Seligman a los cargos del arbitraje nacional, este gremio comenzó a ganarse un lugar, porque fue capaz de debatir y cruzar opiniones con los dirigentes, siempre defendiendo la labor de los referís. “Era como un abogado del diablo, defendía al arbitraje a rajatabla. Antes que él eran pocos los que sacaban cara por nosotros. Desde que él apareció, sin ser árbitro fue un referente de nuestro gremio, prácticamente se dedicó a los árbitros”, recordó el hoy presidente del Comité de Árbitros de la FBF, Marcelo Ortubé.

El exárbitro FIFA recordó que entre las cosas que Seligman les contaba, era que desde joven asistió a los partidos de fútbol, y ya entonces le llamaba la atención la labor de los “hombres de negro”. “Gracias a la cercanía que tenía por su trabajo en la Embajada Alemana, don Alfonso nos ayudó mucho, no sólo a nosotros, también a deportistas de otras disciplinas”. El Comité Ejecutivo de la FBF, encabezado por Carlos Chávez, envió ayer sus condolencias a la familia de Alfonso Seligman y la Asociación Nacional anunció que en sus próximos partidos del Nacional B se guardará un minuto de silencio en su memoria.

Fuente: Posdata.

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