El Corso Cruceño

Nino Gandarilla Guardia

NINO_thumb_thumb Si bien el “Correo” es el anuncio de la llegada del Carnaval, el Corso significa la “Entrada de Carnaval” y se lo practica posiblemente desde los primeros años del siglo pasado.

Alcides Parejas dice que "las cabalgatas de las que hablan D’Orbigny y Finot vendrán a ser el antecedente inmediato de la entrada o el corso". Esto es 1831 hasta el final del siglo. Sin embargo hay un antecedente más antiguo, que data de 1639 cuando el Cabildo de San Lorenzo ordena "que se ordenen y dispongan los siguientes quatro dias de toros y uno de carros y otras ynbensiones y mascaras".



Para ese tiempo Santa Cruz de la Sierra estaba asentada en el lado naciente de la ciudad. Habían pasado 78 años desde su fundación y 18 desde la unión forzosa de las dos comunidades. Probablemente era una ciudad con su lado Oriental y otro Occidental, de acuerdo a los estudios hechos por Don Eduardo Cortéz, quien identificó el tipo de arquitectura de los dos lados. Los cruceños se encontraban en una constante lucha por recuperar el nombre de la cabeza de la gobernación y de las estructuras políticas. Lo logramos en siglo y medio de persistencia.

En 1918 ya se menciona la “Entrada de Carnaval” como “solemne y tradicional” y en 1926 por primera vez aparece la palabra “Corso” en la prensa que consultamos. Si era "tradicional" entonces tenía al menos medio siglo. Si era "solemne", lo imaginamos imponente y algo serio, patrimonial y hasta cívico.

1932: “varias comparsas y varias señoritas distinguidas de nuestra sociedad protagonizaron el Corso…”. Se establece un “jury” (jurado) calificador y se otorgan premios obsequiados por casas comerciales.

En 1945 el Corso se concentra a las 6 p.m. en la calle Junín. 1946, a las 5 p.m., en el mismo lugar, frente al edificio de la Sanidad Departamental.

1953: el Corso se concentra a las 17:00, pero esta vez en la Av. Velarde. Un año después se anuncia el “Corso de las Flores” que al parecer no se realiza. La Ordenanza específica de 1954 dice que “es necesario estimular el entusiasmo sano del pueblo, inclinándolo hacia el culto a la belleza o la originalidad, en lo que respecta a la solemnización de estas fiesta de carácter popular”, pero ya no habla de flores.

1955: el Corso es en la Plaza Principal a las 17:00 y la concentración en la avenida Velarde. En la reglamentación se reconoce al Corso como una muestra de la cultura regional: ”estimulando la alegría innata de nuestro pueblo, demostrada en el desfile de carros que tomarán parte en el Corso”…

Interesante el registro de 1956, se anuncia su realización a las 17:00 y la entrega de premios a las 18:00 horas. O sea que se estimaba una hora de duración, o dos (según los atrasos). Además, la premiación se realiza en la misma fecha.

Durante el Carnaval de 1958, el gobierno trata de enturbiar la Fiesta Grande de los Cruceños, sabiendo su significado para la vida cultural y social del pueblo. Durante el corso, que se realizaba en la Plaza Principal, “la policía trató de ensombrecer este acto y en una demostración de prepotencia embistió contra el pueblo con sus laques y fue tumbando gente sin tener en cuenta sexo ni edad”.

Cuando llega el carro de la Comparsa “Taitas” frente a la Universidad, se produce un enfrentamiento con los policías en el cual salieron vencedores los comparseros. Más tarde, el Estado boliviano hace uso de la Ley y toma presos a cuatro miembros de la mencionada comparsa.

Al día siguiente la policía liberó a los prisioneros y determinó que no daría seguridad en la ciudad durante el Carnaval. Ante ese desafío los carnavaleros de toda la ciudad toman sus propias providencias para garantizar la tranquilidad de la celebración.

Sobre el tema de las comparsas carnavaleras que participaron en las luchas cívicas por el 11% de las regalías petroleras, como los “Taitas”, “Pintones”, “Choris” y otras, cabe informar al lector que no es oriundo de Santa Cruz, que entre los cruceños las comparsas no sólo son grupos carnavaleros, sino que permanecen como unidad social durante todo el año y hasta toda la vida de sus integrantes. Asimismo, es necesario recordar que en aquellos años Santa Cruz fue víctima de dos sangrientas invasiones, por parte de milicianos de Ucureña, enviados por el gobierno central.

En 1959 por primera vez hay un reglamento del Corso completo: “en colaboración con las instituciones locales ha determinado que dicho regocijo se encuadre a un orden adecuado y metódico, única manera de obtener una feliz realización de este cuadro tradicional de Santa Cruz en dicha fiesta”.

Se concentran desde las 15:00 en la plazuela Blacutt, lado Av. Velarde. El orden y rol de salida se dispone cuando están estacionados, de acuerdo a anteriores actuaciones y antigüedad. Se establece a las 16:00 la partida y se calcula una hora hasta la plaza. Se multa con Bs. 100.000 a los borrachos. El recorrido se hará por calles cercanas a la plaza, con una distancia de 10 m c/u. Se dispone que agentes de ambas policías se ocupen de la fluidez y prohíbese detenerse mucho tiempo delante de los balcones municipales (ahí estaba el Jury) para la calificación de los carros de manera uniforme. Música de carnaval matizará el paso de las comparsas en el Corso. Se sancionará con arresto “policiario” a particulares que circulen en el recorrido de las comparsas; sólo es permitido transitar por las aceras, con excepción de los fotógrafos y camarógrafos de cine.

1961. “el Corso del Carnaval debe presentarse al público en forma realmente atractiva y artística, con expresiones de originalidad, buen humor, gracia y elegancia”.

1962: partida en el parque “El Arenal”. 1964, “el recorrido del Corso de Carnaval se efectuará el día sábado 8 de febrero, la concentración se iniciará desde las 13 hrs., hasta las 17:00, en el parque El Arenal, a las 17:00 hrs. tomará el desfile las siguientes calles: calle Caballero, 24 de Septiembre hasta la Plaza Principal, de donde doblará por la acera de la calle Junín, y luego por la acera Libertad para pasar por el Palacio Consistorial y doblar hacia la calle Sucre, debiendo desmovilizarse a dos cuadras, pasada la Plaza.”

1965: hay otro recorrido del Corso y se delega la organización y reglamentación, como el año anterior. 1966, cambia de nuevo su recorrido, el cual siempre se lo realiza alrededor de la plaza; se anuncia que habrá concentración a las 14:00 y que la salida será a las 16 :00 (más grande).

1967: se fija otro recorrido.

En 1968 se concentran en El Arenal y se dirigen hacia El Cristo, de donde retornan hasta El Caballito. 1970, concentración en la avenida Cristóbal de Mendoza, a la altura de La Poza del Bato (hotel Cortez), y su recorrido tiene segunda vuelta en la avenida Monseñor Rivero.

En 1971 el carro alegórico es obligatorio y pueden participar los autorizados por la Comisión (implica selección de carros y comparsas).

1973. hay reglamento del Corso, partida por orden de llegada. La Reina abre el desfile y se mantiene el segundo recorrido (había tiempo y el público lo quería). Se exige una cierta “distancia prudencial” entre carros, un avance lento y continuado, sin parar.

1974: cambia el recorrido y se exige a las bandas que toquen sólo música regional. En este tiempo comienza a sentirse cierta influencia carioca, que es rechazada por la prensa y los defensores de las tradiciones. 1976, se establece un premio al mejor disfraz en el Corso.

1979: el Corso es trasladado a la Av. Cañoto, por reunir mejores condiciones; concentración en la avenida Centenario. Se aprueba un reglamento que establece dimensiones: alto 3.50 m. (desde el suelo), ancho 4.00 m., y largo 15.00 m. Se aplicará guinche a carros con desperfectos mecánicos.

1980: vuelve el Corso a la Av. Uruguay. El Reglamento hace diferencia entre carros iluminados y sin luces; sólo se permiten carros decorados. Fuera de hora serán descalificados. Medidas: 4,20 m., 4,00 m., 15,00 m. Cualquier alteración provocada por comparsas los descalifica. Comienza a reglamentarse “la construcción de tribunas populares…”.

1982: en la Resolución Municipal se hace referencia a un accidente ocurrido el año anterior. Lo carros tienen inspección 48 horas antes. Se menciona “El Carretón” como punto de referencia (aún estaba ese monumento en la Av. Uruguay, que en realidad era un carro chiquitano con ruedas de radio).

1983: la Resolución exige presentar cálculo de armazón, y la altura máxima es de 7 metros. 1984. Lo regional predomina en el concepto y se había frenado el avance de la influencia carioca, quedando solo la tecnología. Se habla de asientos en el Corso y se reglamente el uso de tractores agrícolas para remolcar chatas, 35 HP o de mayor capacidad (marca el inicio de la presencia de feos tractores en el Corso). Distancia de 50 metros entre uno y otro carro y establece precios de sillas.

En 1990 el Corso se realiza en el segundo anillo de la ciudad, Av. Cristóbal de Mendoza. 1993, se inicia a horas 17, en el mismo lugar. 1995, finaliza el Corso con una fiesta popular y la organiza la A.C.C.C. como misión oficial.

Están prohibidas en el Corso las comparsas con miembros en estado de ebriedad y la introducción de choperas. Se crea un Comité de Vigilancia para el Corso.

En 1994, la A.C.C.C. encomienda a la Guardia de Honor de la Unión Juvenil Cruceñista la organización del Corso. Comenzó y concluyó puntualmente (19 a 2:15), pero hubo quejas por la rigidez en la disciplina de los unionistas.

Ese año se produce también un problema político-cultural incitado por las autoridades municipales, quienes promueven la participación de bailarines de "Saya" en el corso cruceño.

La polémica fue nacional e incomodó a los cruceños, de tal manera que los bailarines sufrieron un par de agresiones durante el corso. El siguiente año tuvieron escolta del Ejército Nacional y de la Policía Boliviana. Finalmente la moderna danza andina, creada en los años ’70 con un nombre afroandino, tuvo su presencia durante casi dos décadas en el corso camba, bajo la extorsión de exceso de regionalismo.

No hubo más problemas, porque el conflicto era político y no cultural. Sin embargo, como respuesta, el dirigente cívico juvenil "Chino" Banegas fundó el grupo "Kerembas" para popularizar los grupos folclóricos orientales.

1995: la madrugada del 26 de febrero (fecha conmemorativa de la fundación de Santa Cruz), algunas comparsas cantan el Himno Cruceño y la mayoría de las bandas interpretan el taquirari “Viva Santa Cruz”. Se lo hizo en dos vías, para abreviar la duración. La ejecución del operativo estuvo a cargo de las "Brigadas de Paz".

1996: rol de acuerdo a calidad y cantidad de años anteriores. Se establece que los “Tauras” abrirán el Corso (aunque antes ya lo hacían). Descalificación si dejan espacios entre comparsas (antes se exigía un “espacio prudente”). Sólo participan carros con iluminación. No se permiten reinas menores de 16 años (en años anteriores proliferaron las reinitas).

En la evaluación que realizamos ese año decíamos:

"El Corso, que es la mayor muestra cultural, tradicional con tecnología moderna, y que se constituye en el principal acto de reafirmación cultural para la población, subió en esfuerzo creativo y reglamentación, pero bajó en su ejecución. Aunque fue el primer año que se realiza una reunión operativa del corso y los acertados bloques para el ingreso de comparsas.

Tuvo dos problemas: la intromisión del Concejo Municipal en los asuntos disciplinarios de las comparsas (provocó desorden) y la participación de grupos ajenos a su esencia, que sólo sirvieron para discusiones innecesarias, especulación de la prensa andina y no aportaron en nada a la convocatoria del público.

Fue positiva la medida de prohibir los asentamientos de kioscos con bebidas alcohólicas en el estacionamiento y lugar de concentración de las comparsas. Hubo pocos borrachos. Asimismo, muy acertada la medida de tomar en cuenta la decoración de los vehículos remolcadores.

Recomendaciones:

a) El corso cruceño debe mostrar sólo lo cruceño. Debe iniciarse con las comparsas tradicionales en la hora indicada y así se debe publicar. Tres horas antes de la partida, las vías deben estar libres de cualquier otra actividad.

b) La reglamentación debe mantenerse y cumplirse. El Consejo Operativo debe realizar sus reuniones y gestionar un presupuesto conjunto.

c) Las Brigadas de Paz deben tener apoyo militar y policial, a partir de las ocho de la mañana y no en la tarde.

d) Por una cuestión de higiene, se deben prohibir las espumas (con decomiso) y "Jichi" debe realizar una constante limpieza de las vías para evitar que se conviertan en basurero.

c) Se debe establecer una preselección de los carros; con la presentación de los diseños, la experiencia del decorador y una comisión que califique 24 horas antes. Se deberá establecer un bloque posterior para su participación.

d) El público debe tener vallas y espacios apropiados para impedir su tránsito en las vías. El corso cruceño definitivamente es espectáculo.

e) Las comparsas, con disfraces o casacas, deben participar ordenadamente.

f) Se debe establecer un espacio para la prensa, a fin de que su personal no impida la visibilidad del público. Todas estas personas deberán estar uniformadas e identificadas (y sin parientes).

g) De acuerdo al número de participantes, que a pesar de la preselección será el mismo (por las inversiones realizadas), se debe mantener la doble vía, excepto en el lugar del palco oficial, que debe estar ubicado en la etapa más corta con una sola vía; luego se debe volver a la doble circulación para poder acelerar el proceso de desconcentración.

Peinadores, decoradores y diseñadoras.- Gran aporte es el que hacen estos sectores con su arte (muy bien pagado); sin embargo, ellos mismos son quienes desorganizan las presentaciones. Los peinadores y decoradores con el horario y las diseñadoras con los insoportables trajes que impiden bailar a las reinas y hasta les causan heridas en la piel.

La A.C.C.C. debe intervenir en los contratos con estos sectores a fin de establecer normas precisas y multas a quienes las infrinjan".

1997: la A.C.C.C. define el rol de salida. En este Corso murió el joven dirigente Luis Antonio (“Gordo”) Áñez Campos, debido a una descarga eléctrica en el carro de su comparsa. El Corso se divide en bloques y es citado el grupo folclórico “Kerembas” en la ordenanza. Se establece qué carro y comparsa deben tener mensaje. Hora final del desfile carnavalero: 2:30. Por primera vez se exige seguro contra accidentes en el Corso.

1998: se dispone que los carros “serán engrampados” si estuviesen fuera de hora; aunque ello no se cumplió, fue el primer intento. Carros: 5,50 m., 4:50 m. El Corso tiene un reglamento operativo, similar al del año 1994. El horario, que se fijó hasta las 3 a.m., se cumplió por parte del Jurado y la televisión. Se asignaron fiscales a lo largo del Corso y aunque se estableció una supervisión de carros 48 horas antes, no se lo hizo. En nuestro Informe Operativo del Corso ’98, hicimos las siguientes sugerencias:

"a) Incremento del número de la Guardia del Carnaval, de 100 a 500 efectivos. Una parte deberá trabajar directamente con el Jurado. Deberá coordinarse todo con este órgano.

b) Incremento en el número de efectivos policiales, militares y municipales, para ejercer control óptimo.

c) Registro de Diseñadoras, Decoradores, Bandas y Peinadoras, para comprometer su disciplina. Asimismo limitar el número de sus contratos (a través de las comparsas).

d) Estacionamiento de carros en Parque Industrial, un día antes para la preselección del desfile y sus bloques. Limitar a 120 los participantes, a través de la inscripción.

e) La garantía depositada por las comparsas, en dinero, deberá respaldar su respeto al horario.

f) Se debe convocar a asambleas específicas de: 1) Presidentes, 2) Reinas, 3) Proveedores; para establecer las reglas.

g) El Jurado debe recorrer, en minibús, la zona de estacionamiento a las 19:00 (con anuncios, iluminación y cobertura) y luego dirigirse al palco.

Asimismo deberá tener su propio personal fiscalizador con equipo de comunicación permanente, desde la partida hasta el palco (cada 200 metros), en puestos debidamente identificados, para que sean reconocidos por los carnavaleros.

h) El rol debe ser publicado con horario detallado, para controlar que una hora antes estén listos.

i) La puntuación del Jurado debe ser “al vivo”, mediante sistema computarizado y pasado en directo por Televisión y con reproducción en todo el trayecto.

j) La empresa Municipal de limpieza debe integrar el Comité Impulsor del Carnaval y realizar su trabajo durante todo el trayecto y duración del desfile.

k) Se debe limitar el tamaño de los vehículos remolcadores, por peligrosos y por feos.

l) Se debe establecer un bloque con coreografías y vestuario especial y otro de casacas. Las comparsas numerosas, que no llegan a escuchar su banda, deben volver al “pito” o introducir el “caracachá”, que suena mejor que la “matraca”.

m) El Corso cruceño debe eliminar lo universal, aprovechando la tendencia natural.

n) El traslado del Corso debe considerarse de manera seria para no trasladar el desorden. Lugares improvisados siempre traerán improvisación".

La Guardia del Carnaval se organizó el año 1997, en cumplimiento de los estatutos de la ACCC. Con ella continuamos el proceso de ordenamiento de la entrada. Sin duda estaba mejorando, Alcides Parejas ese año decía: "Poco a poco, en la medida en que la ciudad crece, esta actividad cobra mayor importancia hasta convertirse en la estrella de la farándula".

Llegado el nuevo milenio la Av. Grigotá era la única que contaba con cuatro vías en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Después de cierta polémica en la ACCC finalmente se decide trasladar el corso a dicha vía, por sugerencia de quien esto escribe y que, a la vez, cumplía las funciones de Coordinador del Corso desde años anteriores. Durante los cincos años siguientes, poco a poco se fue corrigiendo detalles en el trayecto hasta la gestión de Rafael Paz (2004), quien desbarató la Guardia del Carnaval entrenada durante casi una década y la sustituyó por otra de adolescentes. Hay quienes recuerdan aún esos años cuando el corso cruceño comenzaba a mejorar en su organización.

El año 2002, el presidente carnavalero Guillermo Capobianco Cruz había creado el sector "Arete Guasu", con tarimas y camarotes turísticos. Fue un verdadero éxito hasta el 2003 (en la Grigotá) mientras las comparsas aún desfilaban con sus carros, pero en los años posteriores fue distorsionado, pues las comparsas que ya habían coronado y las que tenían capacidad económica para presentar reinas y carros "envejecieron" y se apoltronaron en las tarimas.

Hasta el 2010 teníamos un corso con atrasos prolongados, pocos carros dignos de ser mostrados, baches enormes entre bloques y en medio de ellos, vías angostas porque las sillas y las tarimas se colocaban donde deberían pasar las comparsas, una guardia "carnavalera" de adolescentes y sin entrenamiento, tarimas llenas esperando que pase algo interesante y con guerra de musicones al frente y a los costados; finalmente un desfile interminable de borrachos hasta la mañana siguiente.

Las comparsas femeninas, los coronadores y los grupos folclóricos, que tanto se esmeran por llegar impecables con sus disfraces al corso, a los 100 metros ya están embadurnados de espuma y afeadas sus fantasías por la proximidad del público con ellos. Lo bueno, unas cuantas comparsas bien cruceñistas que se esmeraban por presentarse adecuadamente y los grupos folclóricos con sus danzas.

En un diálogo realizado durante el programa "Sin letra chica" de Carlos Valverde Bravo, llegamos a la conclusión de que ese tipo de corso le gusta al carnavalero cruceño e incluso al turista de los países del Norte, porque es algo que no se ve en sus ordenadas sociedades. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que el Corso Cruceño es también para el público que paga por su silla o su gradería y, también, para el masivo espectador de la televisión.

En el 2011 se hicieron algunos ajustes en cuanto a disminución de los grupos de danzas, énfasis de lo cruceño, categorización de comparsas y bloques, asimismo el Gobierno Municipal aumentó la cantidad y calidad de los premios. Con ello y todo, persistieron los problemas, pero comenzó a mejorar el espectáculo.

Existen diversas propuestas para mejorar el Corso, desde la construcción de un "Cambódromo" propuesto de manera concreta por el Arq. Jorge Stratis con el nombre de "Arete Guasu" y otra idea integral de los arquitectos Jorge Guido Landivar y Walter Rubin de Celis. Estos proyectos sólo se podrán realizar cuando las autoridades se convenzan de que el Carnaval es algo serio en la vida de los cruceños y que la obstaculización del tránsito en diversas vías de la ciudad durante todo el año ya es un fastidio para el ciudadano, de tal forma que lo indispone con las actividades culturales.

Pero mientras tando nuestro Corso podría mejorar otro tanto ampliando la vía por donde desfilan las comparsas, retirando las sillas, graderías y tarimas unos metros; prohibiendo la contratación de tarimas y camarotes a las comparsas que no presentan carros; poniendo un solo control al sistema de sonido en los sectores denominados "aretes", para que se promueva la música regional y se respete el paso de las bandas; entrenando una verdadera Guardia del Carnaval para la ejecución de las normas y, finalmente, haciendo funcionar el Comité Impulsor del Carnaval con facultades de control y fiscalización de los fondos que se manejan por concepto de auspicios.