El jefe de bancada de Convergencia Nacional (CN), Luis Felipe Dorado, promete devolver a Santa Cruz su rol protagónico económico que lo catapultó como la locomotora del país y vaticinó un año difícil para el presidente, Evo Morales. Criticó la judicialización de la política por parte del Gobierno.
¿Cuál es la tarea principal que llevará adelante como jefe de bancada de la oposición?
El desafío principal es pasar de la simple resistencia a la articulación de un proyecto alternativo de país, es decir, pasar de la mera oposición a la generación de un proyecto de poder. Esto implica que, junto a la labor de estrecha fiscalización al Ejecutivo para impedir irregularidades, habrá al mismo tiempo un trabajo intensivo de planteamiento de propuestas, el impulso de una agenda legislativa en consonancia con las demandas de la sociedad civil.
¿Podría mencionar sus proyectos legislativos y sus aspiraciones como jefe de bancada de oposición?
Como parte de este nuevo liderazgo del que somos parte, la Bancada de Convergencia está preparando un paquete de leyes que tendrán alto impacto sobre la agenda nacional. Lo que puedo adelantar es que pondrán el dedo en la llaga sobre varios problemas estructurales de Bolivia que no han podido ser solucionados, sino que se agravaron durante los periodos gubernamentales de Evo Morales.
¿Como diputado de la oposición, qué logros pretende conseguir para su región?
Nuestro trabajo regional estará enfocado en devolverle a Santa Cruz el rol de locomotora económica del país y a replantear el proceso autonómico. El crecimiento del departamento en los últimos años ha estado por debajo del promedio nacional, como resultado de medidas restrictivas lanzadas desde el Gobierno, generadoras sobre todo de inseguridad jurídica. Vamos a plantear una visión país donde el respeto a las fuerzas productivas sea el eje central.
¿Su trabajo como legislador está marcado por materializar la explotación del Mutún, usted cree que el Gobierno pretende postergar el avance del proyecto?
El Gobierno ha estado postergando el despegue del proyecto Mutún durante años, posiblemente con miras a entregarlo para su explotación a Venezuela. Recordemos que existe un memorándum de entendimiento entre los gobiernos de Evo Morales y Hugo Chávez en ese sentido, que data del 2006. Los parlamentarios vamos a luchar en coordinación con las fuerzas sociales de la provincia Germán Busch y buscaremos un rol más activo de las autoridades departamentales en el tema.
Se acusa al Gobierno de perseguir a los políticos de oposición, ¿usted cuántos procesos tiene y por qué delitos se le acusa?
Las Naciones Unidas acaban de manifestar su preocupación porque en Bolivia no existe imparcialidad en los juicios a opositores, porque no se respetan los principios del debido proceso. Lo dice la principal instancia internacional, así que el Gobierno ya no puede pretender tapar el sol con el dedo. En mi caso, mi pecado fue exigirle a la ministra de Transparencia, Nardi Suxo, que investigara presuntos casos de corrupción en el Ejecutivo. Por lo visto, está prohibido denunciar la corrupción.
¿Usted cree que el Gobierno está detrás de algunos opositores y por qué?
Los parlamentarios que fiscalizan, que cumplen su rol constitucional, molestan a los funcionarios de Gobierno que tienen una visión antidemocrática y autoritaria. Ahí se ponen en marcha los mecanismos de la “judicialización de la política”.
¿En criterio suyo, usted cree que el 2012 será un año de logros o fracasos para el Gobierno de Evo Morales y por qué?
El Gobierno comenzó un proceso de desgaste a partir del ‘gasolinazo’ en diciembre del 2010. Eso se intensificó con todo el conflicto del TIPNIS en el 2011. La administración de Evo Morales también sufrió severas derrotas en las elecciones judiciales y en las municipales de Sucre y Quillacollo, a pesar de tener bajo su influencia al Órgano Electoral. Todo indica que ese proceso se profundizará en el 2012.
¿La oposición funciona o no en la Asamblea?
Hay muchos parlamentarios que realizan una importante labor de fiscalización, pero también es cierto que un pequeño grupo apadrinado por el MAS se arrogó durante un tiempo la representación de la bancada de Convergencia, lo que ocasionó descreimiento en la ciudadanía. Nuestro desafío es recuperar la credibilidad popular.
¿Qué futuro político tiene la oposición, de cara a las elecciones del 2014?
Más que de oposición, deberíamos hablar de un nuevo proyecto de país, distinto tanto del populismo autoritario de Evo Morales como de la política cupular de los viejos partidos. Tenemos una visión clara sobre cómo construir una alternativa ideológica y programática. La ciudadanía irá conociendo esa nueva plataforma en el correr de los próximos meses. Vamos a ser actores de renovación y de unidad, promoviendo mecanismos de concertación democrática entre distintos actores, para la construcción de una propuesta victoriosa en el 2014.
La Estrella del Oriente – Santa Cruz