Bolivia. Hay poco avance en La Asunta, Caranavi, Yapacaní y San Germán. En los primeros dos meses del año la erradicación de coca avanzó en el trópico de Cochabamba. Apenas 14 hectáreas se erradicaron en Yapacaní y 123 en los Yungas.
Página Siete / La Paz – 14/03/2012
Una visita de autoridades gubernamentales a zona de erradicación de coca excedentaria. Archivo
Los conflictos registrados en las poblaciones de La Asunta, San Germán, Caranavi y Yapacaní ponen cuesta arriba los programas de eliminación de cultivos de coca y ex autoridades advierten que los objetivos de erradicación para este año están en riesgo.
En los primeros dos meses de 2012 se eliminaron 807 hectáreas de plantaciones ilegales, mientras que en el mismo periodo el año pasado se habían suprimido más de 1.300, de acuerdo con los informes oficiales que se brindaron durante 2011. La meta para la presente gestión es erradicar 10.000 hectáreas.
Entre enero y febrero se registraron bloqueos e incluso enfrentamientos armados en zonas donde existen cultivos considerados excedentarios.
En Chapare el proceso no se detiene, mientras que en las demás zonas se erradicaron menos de 200 hectáreas en total. En el trópico cochabambino se han destruido 669 hectáreas.
El Gobierno admitió que la eliminación de plantaciones ilegales marcha lentamente en La Asunta, una de las zonas. En Caranavi dirigentes han reaccionado con molestia por la pausa en las labores de La Asunta.
El viceministro de la Coca, Dionisio Núñez, manifestó su preocupación por los problemas.
“Yo he recibido un informe de la Federación de Trabajadores Campesinos de La Asunta de que hay una aparente pausa, porque cada sindicato está evaluando y a través de sus movilizaciones qué logros hayan tenido”, reconoció la autoridad gubernamental.
En criterio del ex viceministro de Régimen Interior Saúl Lara, las dificultades que han surgido en este año para la eliminación de cultivos ilegales hacen dudar que el objetivo de erradicación de 10.000 hectáreas se cumpla hasta fin de año.
“Va a ser bastante difícil para el Gobierno cumplir en los años siguientes con las metas propuestas para la reducción de cultivos. Y en términos generales va a ser muy complicado reducir la superficie de coca excedentaria porque los cultivos han crecido en estos años”, explicó.
Alejandro Almaraz, ex viceministro de Tierras, manifestó que no importa la cantidad de coca eliminada, sino cuánto han crecido las plantaciones en el país.
La Asunta y Caranavi
Los pobladores de La Asunta protagonizaron bloqueos y marchas a principios de febrero en reclamo de una carretera y otras obras. Sin embargo, en las negociaciones con el Ejecutivo plantearon sus objeciones a las tareas de erradicación.
A principios de año, los productores expulsaron a la Fuerza de Tarea Conjunta después de un enfrentamiento. Desde entonces no se ha logrado un acuerdo para el retorno de los uniformados.La Asociación de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca) anunció que este año se erradicarán 6.000 hectáreas; sin embargo, hasta ahora se eliminaron 123 de ellas.
San Germán y Yapacaní
De acuerdo con un informe brindado por el viceministro de Defensa Social Felipe Cáceres, de las 807 hectáreas erradicadas en este año, 14 pertenecen al municipio cruceño de Yapacaní, otra población en la que se registraron hechos de violencia en los últimos meses. Una movilización provocó la renuncia de quien fuera alcalde de ese municipio, David Carvajal, y tres personas murieron por la intervención policial en enero de este año.
La ex autoridad, militante del Movimiento Al Socialismo, fue acusada por los pobladores de su municipio de defender a los cultivadores de coca ilegal.
El año pasado se erradicaron más de 410 hectáreas de la hoja en esa región. Yapacaní es el tercer foco de plantaciones, después del Chapare y los Yungas.
A 21 kilómetros de la zona se encuentra San Germán, donde narcotraficantes atacaron con armas de fuego a efectivos antidroga a mediados de febrero.
Desde entonces se han dificultado las labores de la Fuerza de Tarea Conjunta.
El ministro de Gobierno Carlos Romero ya anunció que se aplicará la ley para aquellos sectores que se opongan a la continuidad de la erradicación.
Puntos de vista
Alejandro Almaraz, ex viceministro de Tierras
En los últimos años hemos visto que el problema no está en erradicar sino en garantizar que los cultivos que se eliminen no se reemplacen por otros nuevos. De qué sirve erradicar superficies previstas si en otro lugar se reemplazan por otros cultivos. Eso es lo que ha sucedido en los últimos años. Tiene que haber un control de los cultivos excedentarios, deben cumplirse metas, pero no por eso se debe creer que así se está logrando la reducción de la coca excedentaria que se destina al narcotráfico.La violencia que se ha presentado en varias zonas demuestra que existe un buen negocio. El Gobierno debe tener mayor cuidado y evitar generar susceptibilidades. La carretera por el TIPNIS es una señal de que se está promoviendo el beneficio de los sectores cocaleros.
Saúl Lara, ex viceministro del Interior
Va a ser bastante difícil para el Gobierno cumplir en los años siguientes con las metas para reducción de cultivos. En términos generales será muy complicado reducir la coca excedentaria porque los cultivos han crecido en estos años, independientemente a las cantidades de cocales erradicados. No nos olvidemos que en el Gobierno, que es una administración cocalera por su naturaleza, se han expandido las superficies de cultivo en más de 10.000 hectáreas, sin importar las cantidades que se han erradicado. Esto también significa que se ha incrementado la producción de droga en el país. Independientemente de los datos que usemos como insumo de información, sea el Departamento de Estado, Naciones Unidas o el Gobierno, sabemos que se han aplicado políticas permisivas en favor de los productores de coca.