El presidente Evo Morales, durante su participación ante la 55 sesión de la Comisión de Estupefacientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Viena, Austria, pidió ayuda a la comunidad internacional para la dotación de radares y helicópteros, que permitan ejercer un control efectivo de las fronteras para luchar contra el narcotráfico. Morales, quien es actual presidente de las seis federaciones del Trópico de Cochabamba, reconoció, también, en este escenario internacional que parte de la producción de coca es desviada al narcotráfico, por lo que Bolivia necesita la participación de la ONU y de sus países vecinos para acabar con las fábricas de droga, instaladas en reservas naturales donde la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) no puede ingresar con su personal por la falta de caminos.
Sin embargo, el mandatario aclaró que los productores de coca no son narcotraficantes y que tampoco los consumidores de coca son narcodependientes, por lo que “la hoja de coca en su estado natural debe ser considerado como una planta medicinal; pues muchos países de Latinoamérica y de Europa procedieron a su industrialización para elaborar productos de consumo habitual en base a las propiedades de la hoja milenaria”. “Bolivia no tiene industrias en tecnología, quisiéramos radarizar las fronteras para cercar el ingreso de precursores y la salida de la cocaína, reconocemos que una parte de la hoja de coca desvían a la cocaína, eso como podemos combatir, siento que los narcotraficantes tienen mayor equipamiento, mayor tecnología que el Estado mismo, a mí me preocupa eso y quiero expresarlo señora presidenta y autoridades representantes de todos los países que tienen que ver con la convención del año 1961”, manifestó Morales en su intervención. En la oportunidad, Morales también pidió a la Convención de Estupefacientes que se reconozca el “acullicu”, (masticado de coca) que a su criterio es una tradición que es practicada en Bolivia, Perú y en pocas cantidades en Colombia.
Asimismo, el Jefe de Estado destacó los resultados en materia de interdicción, todas vez que el año pasado la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) confiscó 27 toneladas de pasta base de cocaína, 5.1 toneladas de clorhidrato de cocaína y 382 toneladas de marihuana. Morales reitero que Bolivia tramita su re-adhesión a la convención de Viena, al igual que otros países del mundo que utilizaron, la figura de reserva, en respeto a sus Constituciones Políticas del Estado, como lo hizo Estados Unidos (EEUU). El jefe de Estado, que anunció días anteriores en la población de Coroico, La Paz, que masticaría por segunda vez la hoja de coca frente al foro de Viena, no cumplió con este cometido, sin embargo en el atril donde emitió su discurso a los representantes de los países miembros, se pudo evidenciar varios productos a base de coca, como mate, mermelada, licor y gaseosa que es industrializada en el país.
Morales llegó a Viena el domingo por la noche y tras su intervención en el foro y una serie de reuniones con autoridades y empresarios locales volverá a Bolivia en las próximas horas tras cumplir su visita en Viena. “Vengo acá nuevamente para pedir el concurso de la comunidad internacional para coadyuvar en la corrección de un error histórico que se cometió en contra del pueblo boliviano al ratificar sin reserva la convención de 1961 (…) quiero remarcar que en ningún momento Bolivia actúa de forma intempestiva o irresponsable, por el contrario nuestra solicitud de re-adhesión con reserva, procura normalizar nuestras relaciones con la convención y los mecanismos institucionales que se derivan de ella, incluyendo a la JIFE (Junta Internacional de Estupefacientes), de modo que la cooperación entre el país y la comunidad internacional pueda enfocarse en los sustancial, es decir en los avances y desafíos relacionados a la lucha contra el narcotráfico”, sostuvo.
Fuente: ATB.
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