Santa Cruz. Cautelar: Un juez envió a Palmasola a Carlos Shraer T. por considerar que debió denunciar la deforestación en la ribera del Piraí. Emiten cuatro órdenes de aprehensión.
Va preso por indicios de complicidad en desmonte
Detención. Carlos Shraer (de negro) no logró documentar su relación laboral.
El Deber
El arquitecto Carlos Shraer Taborda fue enviado a la cárcel de Palmasola por el juez Alberto Zeballos, que consideró que hay indicios de su complicidad en la deforestación de parte del cordón ecológico de la ribera del río Piraí, frente al Urubó.
Según el juez, Shraer, por su experiencia laboral y profesional, sabía que la deforestación en la zona es un acto ilegal pero no lo denunció. Además, no presentó documentos que acrediten la existencia de la empresa para la que afirma trabajar. Jerjes Justiniano Atalá, abogado defensor del afectado con prisión preventiva, anunció que apelará el fallo. Shraer fue el único aprehendido en el desalojo efectuado por el fiscal Osman Arias y la Gendarmería Municipal el jueves.
En la audiencia cautelar, que se desarrolló en el Palacio de Justicia entre las 9:30 y 14:00 de ayer, Arias argumentó que Shraer se presentó como el encargado de las obras y que en su condición de exasesor del Concejo Municipal en temas urbanísticos tenía que conocer que su accionar en la zona era ilegal. Además sostuvo que el arquitecto podría obstaculizar la investigación si se le permitía defenderse en libertad.
El abogado defensor planteó que el fiscal incurrió en allanamiento ilegal del predio y que su imputación carecía de argumentos, al sostener que Shraer era el encargado del trabajo de los albañiles que asentaban una piscina prefabricada en el lugar y no así de los obreros que talaron los árboles.
También consideró que su defendido no ha causado un daño ecológico, ya que los actos de deforestación de un predio para usos domésticos, en este caso edificación de casas, está previsto en la Ley 1333 de Medio Ambiente. Cuestionó la calificación de bosque que se le da al cordón ecológico.
Arias replicó que Shraer tramitó la autorización de obras ante un funcionario sin competencia para tal fin, a nombre del propietario del predio, Juan Carlos Vásquez Faría. Agregó que Shraer fue encontrado en flagrancia realizando una obra en un área prohibida, por lo que no fue preciso la orden de allanamiento.
En su defensa, Shraer dijo que en la Alcaldía le explicaron que con una firma de Danko Aráoz, ex director de Proyectos de la Oficialía de Planificación, bastaba para iniciar los trabajos cuestionados: dos casetas para obreros y cuidantes. La deforestación que cita el fiscal, afirmó, se limita al corte de barbecho para realizar un trabajo de levantamiento topográfico del terreno, destinado a elaborar un plan de parcelamiento y protección del lugar, exigido por ordenanza municipal. Shraer consideró que es una víctima de la pugna interna del Gobierno municipal y de la falta de conocimiento de los procedimientos por parte de la Fiscalía.
Si bien el juez consideró que hay indicios de complicidad de parte de Shraer, lo que más pesó para que no le otorguen medidas sustitutivas a la detención fue la falta de certificación de existencia de la empresa en la que trabaja, algo que según su abogado no pudo hacer por la premura de su detención. Zeballos descartó que Shraer pueda obstaculizar la investigación.
A la conclusión de la audiencia, el fiscal anunció que se han emitido órdenes de aprehensión contra cuatro personas y que desde el lunes se citará a declarar a todos los funcionarios municipales que hubieran tenido participación en el trámite realizado por Shraer y Vásquez.
En acta
Origen. El escándalo de la deforestación de unas 30 hectáreas del cordón que protege al río Piraí cerca del puente del Urubó comenzó con la renuncia de Ronald Méndez a la Secretaría de Gestión del municipio. Arguyó que se iba porque no se investigaba su denuncia sobre este hecho.
Cordón. El bosque que protege a la ciudad del río Piraí está protegido por una ley nacional de 2005. Una parte de los terrenos tiene propietarios privados, que están sujetos a una ordenanza que les permite construir quintas de no menos de 2.500 metros cuadrados en la zona, previa cesión del 50% de su terreno.
Vínculos. Carlos Shraer admitió que a pedido del concejal Enrique Landívar realizó un trabajo de asesoramiento para el Concejo Municipal en la gestión pasada, pero aseguró que no cobró por ello.
Denuncia. Shraer asegura que el municipio es el principal depredador del área ecológica, ya que ha unido el canal que nace en el mercado Abasto a un arroyo que cruza la zona y desemboca en el Piraí.