Médicos. El ‘batallón’ de Cuba, entre la esperanza y la desconfianza

CUBANIZADOS Programa. Un ‘ejército’ de 5.000 becarios bolivianos se forma bajo la filosofía de la medicina cubana. La primera promoción se tituló. Colegio Médico desconfía que cumpla rol político.

Ruy G. D’Alencar Delgado

El nombre del grupo dice mucho. El Batallón de los mandiles blancos, como se denomina a los médicos bolivianos que se capacitan en Cuba, cuenta este año con su primera promoción de 679 titulados y ahora tiene el objetivo de “cubrir los vacíos de la salud del Estado plurinacional”, explican algunos graduados y practicantes de San Julián, El Torno y Santa Cruz. Esto se revela en una coyuntura de conflicto al interior del sistema sanitario.



“El batallón es una brigada de salud que atiende donde no llega el sistema”, dice Limberg Gómez (27), médico de la primera promoción, que hoy presta servicio en el municipio de San Julián. Gómez es cruceño. Como todos los que estudiaron en la Escuela Latinoamericana de La Habana, egresó como médico general y, en un año de práctica se ha adaptado al campo como si hubiese nacido julianeño.

“Hay que desburocratizar la atención, eso es básico en el sistema cubano”, dice América Bustos (24), interna de último año, que a su retorno a Bolivia ha hecho rotación médica en tres municipios. Ahora cursa su internado en Santa Cruz, en el hospital de Guaracachi.

La graduación de la primera promoción de becarios coincide con el momento en que los trabajadores de salud cuestionan la ampliación de la jornada laboral del sector de seis a ocho horas, establecida por el Gobierno a través del DS 1126. Hubo un paro nacional de siete días, ocasión en la que, según cuentan los internos, se movilizaron brigadas en algunas localidades rurales, lo que provocó tensión con los trabajadores en huelga.

No obstante, los graduados en Cuba aseguran que no hubo ninguna disposición expresa del Gobierno para ocupar los puestos de los médicos que paralizaron actividades.

Los colegiados bolivianos ponen reparos a la orientación política que atribuyen a estos jóvenes, de los cuales pocos superan los 30 años de edad. La mayoría se fue a La Habana siendo aún adolescente. Ahora han regresado para hacer sus prácticas y graduarse. Y en ese proceso comparan los dos sistemas de salud, con críticas.

Se cuestiona el método de trabajo teórico-práctico y se sospecha de una suerte de amenaza: “Seremos desplazados de nuestros puestos si no aceptamos las condiciones laborales que ofrece el Ministerio de Salud; no sabemos”, dice Mario Fernández, jefe de Enfermería del hospital de El Torno.

Los becarios responden: “Se nos ve mal porque nuestra orientación nos exige salir del consultorio, ir al campo, trabajar en prevención”, sostiene Luis Carlos Ortiz (25), practicante en San Julián, convencido de que con el enfoque de salud preventiva habría menos enfermos, conforme a estadísticas, hasta en un 60%. Esto, claro, con inversión del Estado. “Se afectaría la atención en centros privados, por eso nos ven mal”, considera Ortiz.

La coordinación académica cubana en Bolivia, que ha tenido cambios en la última semana, se excusó de atender consultas. Lo que se sabe es que hay un ‘ejército’ de 800 bolivianos instruidos bajo el modelo cubano que se recibirán en octubre, para engrosar las filas de esta brigada médica que está a disposición del Estado. Todos han recibido tres años de teoría y otros de tres de teoría y práctica combinadas, sobre todo en ambientes rurales.

En total, hay alrededor de 5.000 becarios nacionales que se están formando en la isla caribeña, conforme al acuerdo marco de cooperación en salud Bolivia-Cuba (2006).

Para el Gobierno, los resultados de esta instrucción son satisfactorios. “Este batallón va a consolidar la revolución sanitaria en Bolivia”, asegura Martín Maturano, viceministro de Salud. La idea es que los médicos se adecuan al enfoque de gestión gubernamental. De modo que las críticas son opiniones personales.

Sin embargo, para el Colegio Médico de Bolivia (CMB) se debe manejar con cuidado el personal educado en Cuba, ya que no se conoce la currícula de estudios aplicada en ese país y se teme la utilización política de esta brigada médica. Así lo sostienen Bernardino Fuertes, vicepresidente del CMB, y Gueider Salas, presidente del Colegio Médico de Santa Cruz.

Para Fuertes, el rol del ‘batallón’ quedó demostrado durante el paro médico: “Durante el paro se planteó una contingencia poniendo a trabajar a los graduados de Cuba”. Fuertes afirma que si existe la intención de dar trabajo en el país a los becarios de la isla del régimen socialista los colegiados no se van a oponer, pero pedirán que su ejercicio profesional se haga en el marco de las leyes bolivianas y con exámenes de competencias.

“¿Se quiere buscar un conflicto para desplazarlos y ubicar a los becarios?”, insinúa, Salas. Para el presidente del Colegio Médico cruceño el problema de fondo pasa por la falta de inversión en salud y, consecuentemente, la falta de ítems. “El vacío de salud en Santa Cruz son 3.000 ítems que no hay”.

Para Salas, el discurso de “cambiar el sistema de salud” con médicos cubanos ya no funciona, pues, según él, en los hechos la cooperación de este país no ha significado ningún cambio en los seis años de convenio entre los gobiernos de Evo Morales y de Raúl Castro.

Hay reparos a las labores de los becarios

Dos convenios entre los estados de Bolivia y Cuba (de 1975 y de 2006) y la Ley Marco de Autonomías, de acuerdo con Martín Maturano, viceministro de Salud, avalan la apertura de los hospitales de servicio público del país a la práctica de estudiantes de Medicina y al ejercicio profesional de graduados de la Escuela Latinoamericana de La Habana.

Pese a ello, en algunos centros de salud del departamento de Santa Cruz, según los becarios bolivianos, se les restringe el acceso a la práctica. Así lo sostienen las practicantes Paola y Patricia Tiquisiara, que prefieren guardar la identidad del centro de salud en el que cursan su último año del programa cubano. No tienen acceso a más especialidades que la medicina interna.

“Los jefes de área nos han vetado cirugía, pediatría”, dice Patricia. “No nos dejan ni siquiera aprender a llenar historiales médicos”, secunda Paola, en tono de queja.

Maturano explica que la Ley Marco de Autonomías establece que los centros de salud pública están abiertos para los estudiantes de Medicina del sistema público y eso, por convenios internacionales, se extiende a los estudiantes de los países miembros de la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), donde está suscrito Bolivia, Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Óscar Escalera, director del hospital de San Julián, dice que en su centro hay bastante apertura con los becarios bolivianos, pero que existen reparos con el trabajo que se hace, porque, según él, los docentes cubanos trabajan con métodos diferentes a los bolivianos.

“Que nos evalúen, pero que también examinen a los estudiantes de las privadas, sin preferencias”, dice Paula Verdugo, interna de El Torno.

Cronograma

– Introducción. Los primeros tres años en la Escuela Latinoamericana de Medicina son de formación teórica. Hay un periodo de ambientación, donde se conocen la cultura y la historia cubana.

– Teoría y práctica. A partir del cuarto año comienza la etapa de contacto con pacientes. El médico docente atiende casos en presencia de los estudiantes.

– Titulación. El estudiante de sexto año debe hacer su rotación hospitalaria en Bolivia. Se dedican diez meses a atención en sala. Una vez graduados, médicos deben prestar servicio al Estado entre tres y seis meses para validar títulos.

Así opinan

Bladimir Suárez

Interno de El Torno

No creo que el problema con nosotros tenga que ver con la currícula de estudios. Me parece que el tema pasa porque algunos profesionales bolivianos desconfían, piensan en nosotros con sesgos políticos. Pero en Cuba nosotros solo aprendimos nuestra carrera. Sobre la manera de pensar que tiene cada estudiante, pues eso es un tema personal

Miriam Salinas

Jefa de la Unidad de Salud de San Julián

El convenio del municipio con la cooperación médica cubana este año entra a revisión. Nosotros heredamos ese acuerdo, no lo firmamos. Por eso esa situación debe regularizarse. La cátedra cubana lleva varios alumnos vestidos de mandil a los hospitales, entonces la gente se confunde, piensa que hay hartos médicos, pero solo son estudiantes.

Vivian Mariscal

Interna de San Julián

Afortunadamente, acá, en el hospital de San Julián, podemos rotar en todas las especialidades que hay. Medicina interna, cirugía, pediatría y medicina general. Supimos que en la primera promoción hubo problemas por causa de algunas autoridades médicas que bloquearon la práctica. Esa actitud fue egoísta por no permitir espacio a nuevos médicos.

Las cifras

25.000

Son los inscritos en el Colegio Médico de Bolivia. El 63% son médicos generales. Un 37% especialistas.

15.000

Doctores con contrato laboral en el sistema público o en el seguro. El resto son desocupados.

3.000

Ítems demanda el Colegio Médico de Santa Cruz para abastecer al departamento. En 2011 se dotó menos de 200.

El Deber – Santa Cruz