Nino Gandarilla GuardiaSiempre me pregunté qué hicieron los cruceños entre 1924 y 1950, para avanzar en la lucha por el desarrollo, después de la sexta invasión centralista que vino a aplastar la rebelión que pedía “ferrocarril o nada”.Todo indica que los patricios y líderes cruceños, después de la guerra del Chaco, se unieron entorno los clubes sociales; primero el Club Social “24 de septiembre”, fundado en 1920 y luego el Rotary Club Santa Cruz, fundado en agosto de 1937 y reconocido el año siguiente. Funcionaban también en ese tiempo el Club de Leones, el “Club de Tenis” y los “Clubes de Tiro”.El Rotary Club en Santa Cruz se había fundado un mes después que el teniente general Germán Busch asumió la Presidencia de la República. Varios ciudadanos ilustres, afiliados al Rotary, participaron del gobierno del presidente crueño. 32 años antes, el 23 de febrero de 1905, Paul Harris había fundado del primer Club Rotario en Chicago.En 1950 se fundó el “Comité Pro Santa Cruz”, que pone en relieve la cantidad de instituciones sociales que habían generado los cruceños para promover el desarrollo de manera solidaria. La iniciativa fue de Hernando García Vespa y su primer presidente fue un rotario: Don Ramón Darío Gutiérrez.Un acta institucional, del 11 de octubre de 1950, registra una nota enviada por los promotores del Comité Pro Santa Cruz solicitando la designación de un delegado. Esta responsabilidad la encomendó el Rotary Club a los socios Avelino Mansilla y Crisantos Morales; nombres que fueron aprobados en Asamblea. De ahí en adelante, esta institución participó del movimiento cívico de manera permanente, hasta hoy.Más adelante vendrían las luchas por las regalías petroleras, encabezadas por el gran líder rotario Dr. Melchor Pinto Parada.Rotarios en la histórica “Mesa Redonda” realizada en La PazEn el marco de las luchas cívicas cruceñas, el presidente Hernan Siles Suazo convocó a las autoridades de Santa Cruz para reunirse, el 20 de setiembre de 1957, en una Mesa Redonda en la ciudad de La Paz. Invitó a personas afines a su gobierno, después de los respectivos informes de inteligencia del Estado. Estratégicamente, los representantes gubernistas siempre superan en número a los cruceñistas, de ahí que esa reunión fue infructuosa.Cada institución emitió un informe por separado, provocando una momentánea confusión en Santa Cruz. El Comité Pro Santa Cruz participó solamente con un representante y no se había establecido una estrategia regional. El Rotary Club participó a través de su Presidente y dos ilustres rotarios fueron en representación del Comité y la Universidad.La Comisión nominada, según el periódico oficial “La Nación”, fue la siguiente:-Wálter Suárez Landívar, Rector de la Universidad-Rómulo Lozada, Presidente de la Corte Superior del Distrito-Rodolfo Weise, Presidente del Club Social-Hernando Sanabria, Delegado del Comité Pro Santa Cruz-Luis Sandoval Morón, por el MNR-Alcibíades Velarde, Prefecto del Departamento-Adán Weber, Alcalde Municipal-Antonio Rodríguez Ferrufino, Central Obrera Boliviana-Humberto Bruno, Presidente del Rotary Club-Jorge Valdez Loma, Presidente del Club de Leones-Eduardo Trigo, Secretario Ejecutivo de la Federación Campesinos.Es necesario mencionar que los doctores Wálter Suárez Landívar, Rómulo Lozada, Hernando Sanabria Fernández, Humberto Bruno y Jorge Valdez Loma, coincidieron en no firmar uno de los documentos que el oficialismo propuso, por atentar contra los intereses de Santa Cruz. Tres de los cinco eran rotarios.La lucha cívicaEn junio de 1958 el Club se ve obligado a considerar las futuras reuniones del Rotary “en vista del estado actual de Santa Cruz”. Ese “estado” ya tenía dos víctimas fatales de la Unión Juvenil Cruceñista: Jorge Roca Pereyra y Gumersindo Coronado Zambrana, además de estados de sitio y una invasión de milicianos.El 14 de mayo se produjo en Santa Cruz una revolución estéril por parte de Falange Socialista Boliviana, quienes engañados por falsos “camaradas” habían tomado por las armas la Prefectura, en apoyo a un supuesto golpe de estado que se daría en La Paz.Conviene dar detalles de este momento histórico que preocupó a la directiva del Roraty Club. La movilización de milicianos de la localidad de Ucureña (Cochabamba) se produjo el mismo 15 de mayo, pocas horas después del fallido golpe de la falange cruceña. El 16 de mayo de 1958, a horas 15:00 ingresan a la ciudad. Esto indica que el gobierno altoperuano estaba ya preparado para invadir Santa Cruz y sólo esperaba el momento adecuado, los que provocó a través de una trampa bien montada… Si los cruceños escucharan más a sus historiadores, aprendieran de su historia…El gobierno central dispuso todo por encima de las autoridades gubernistas cruceñas, que habían quedado avergonzados y sin voz por haberse dejado sorprender y aprehender por los falangistas. “Entre los presos estaba Alberto Barbery Justiniano, dirigente del M.N.R., que comprendieron nuestra actitud pues muchos de ellos estaban con el movimiento cívico” nos dijo en vida el Dr. Carlos Valverde Barbery, líder juvenil indiscutible de aquellas jornadas. Añade, sin embargo, que algunos de ellos ayudaron a las tropas invasoras.Don Hernán Ardaya Paz relata así esos trágicos momentos: “El Presidente Siles, por intermedio de su Ministro de Gobierno José Cuadros Quiroga, movilizó sobre la capital oriental más de 10.000 indios de Ucureña al mando de José Rojas Guevara y su lugarteniente Walter Revuelta, al mismo tiempo que el Ejército Nacional enviaba 3.000 soldados al mando de los coroneles Ronald Monje Roca, Pablo Acebey y otros, con una celeridad que no la había demostrado ni en la contienda del sudeste. Ambas fuerzas hicieron su ingreso a la ciudad grigotana en medio de un intenso tiroteo de armas automáticas, como si se tratara de ocupar una ciudad conquistada y vencida. Seguramente que esos militares no hicieron alarde de la misma valentía cuando se tuvo que defender la heredad nacional en las cálidas arenas del Chaco…Al mismo tiempo, lanzaban toda clase de insultos de los más gruesos calibres contra las instituciones cruceñas, sus dirigentes y las damas cruceñas”.El espectáculo de aquel desfile macabro, de esas huestes bárbaras de Atila “fue impresionante: a los disparos de fusiles y ametralladoras lanzaban al aire interjecciones llenas de odio, amenazas a hombres y ancianos e injurias soeces al honor de las mujeres cruceñas. Era un espectáculo aterrador el de estos caníbales sedientos de sangre, liberando sus instintos primitivos. Sus imprecaciones: ‘Abajo Santa Cruz’. ‘Muera el Pinto’. ‘Abajo los cabrones cruceños‟.Pinto era el past presidente del Rotary Club y Presidente del Comité Pro Santa Cruz desde el 17 de agosto de 1957. Silencioso el pueblo veía pasar a las huestes del terror, disparando sus fusiles desafiantes y prepotentes en una marcha llena de dicterios, sarcasmos y amenazas. El municipio de Ucureña le debe a Santa Cruz una disculpa histórica por los errores del pasado, así se cerrará la herida, con un acto de reconciliación humana.El 30 de mayo de 1958, el Dr. Pinto dirigió una carta al Directorio del Comité Pro Santa Cruz en la que decía: “Razones poderosas imprevisibles que escapan a mi control me obligan a ausentarme de mi país por tiempo que no podría precisar por el momento, no obstante que se me acaba de asegurar que en 30 días más podría integrarme al seno de nuestra comunidad. En esta emergencia ruego que el señor Vicepresidente quiera asumir las funciones que obligadamente dejo hoy en día…”.Pinto salió del país acompañado del unionista Toto Cortez Lozada.En ese momento de nuestra historia el Vicepresidente del Rotary Club, Lucas Saucedo Sevilla, era Director del diario “El Deber” y luego fue Presidente del Club. Jorge Urenda Trigo, Tesorero del Rotary, era también Tesorero del Comité Pro Santa Cruz. Percy Boland, vocal del club era past presidente del Comité. Mario Landívar Iturricha, también vocal rotario, era dirigente de Falange. Todos ellos ilustres patriotas.Conquistado el 11%, entre 1957 y 1959, se producirá la confluencia de los recursos del petróleo con la gran tradición agropecuaria cruceña ya mecanizada, que unida al desarrollo intelectual y social que se había forjado en la ciudad grigotana, provocan un despegue sin precedentes.Gente que Santa Cruz aún no reconoceUn personaje que la cruceñidad aún no ha reconocido, y menos homenajeado, es el diputado Virgilio Vega Terrazas, autor y gestor de la Ley Interpretativa del artículo 104 del Código del Petróleo, que asignaba el 11% de regalías a los departamentos productores en boca de pozo. Peluquero, hombre de izquierda, que no sólo fue el autor y promotor de la ley, pues se dio modos para que sea firmada después de sangrientas jornadas de lucha que sólo consiguieron un Decreto insuficiente, hecho por un gobierno prepotente.La Brigada Parlamentaria Cruceña apoyó unánimemente la propuesta. De eso ya no se sabe en estos días… La bancada del sector de izquierda del MNR, liderizada por el senador Juan Lechín Oquendo, permitió su aprobación en el congreso. Los congresistas Omar Chávez Ortiz, Jorge Flores Arias y Virgilio Vega, exigieron al presidente Hernán Siles su promulgación pero el soberbio gobernante no firmó Nunca. Estaba envalentonado con Santa Cruz.El escritor Ricardo Catoira cuenta que el 20 de diciembre de 1959 retornó Victor Paz a La Paz, después de haber renunciado a su cargo de embajador en Londres. Entonces Siles Suazo dejaba de mandar en el país. “Esta circunstancia feliz, supo aprovecharla Virgilio Vega pues, al día siguiente, se dirige al Despacho del Presidente del Senado con fólder bajo el brazo y en tono a ratos de chiste y a ratos de imposición enérgica le dice:– Hacele pues este favor a tu pueblo querido. Vos sos camba carajo… y no estás cumpliendo como camba con tu misión de parlamentario… promulgale la ley que va beneficiar no sólo a Santa Cruz sino a todo el país.Rubén Julio lo escucha y luego con toda calma le dice:– Te admiro Virgilio. Admiro tu habilidad para escoger el momento preciso para hacerme este pedido…Y agarrando una pluma fuente, procede a firmar con lo que la Ley Interpretativa del 11% queda promulgada en fecha 21 de diciembre de 1959 por Rubén Julio…” Este acto que realiza el presidente del H. Congreso Nacional, Rubén Julio Castro, se hizo al amparo del art. 79 de la Constitución Política del Estado, al negarse el Dr. Hernán Siles Zuazo a ponerla en vigencia.Fuentes fidedignas nos informaron que fue la madre de Virgilio Vega quien le dio la idea. La señora Terrazas, cuyo nombre ni siquiera hemos podido establecer, fue quien iluminó a su hijo para cerrar el tema en beneficio de su pueblo. Esta conquista, vigente hasta hoy, no es cumplida ni reclamada por nadie, pues Santa Cruz, si bien recibe más recursos por concepto de regalías, se le descuenta injustamente al menos el 2% de su plata.Y así es la historia y así es nuestro pueblo, en ciertas etapas del tiempo… algo ingrato por cierto. Además de aquellos ilustres luchadores, a Carlos Valverde Barbery aún no se le ha levantado un monumento, pese a que la Unión Juvenil ya lo presentó en el Comité cívico delante de todas las instituciones.Tampoco nuestro Comité Pro Santa Cruz ha reconocido el apoyo permanente del Rotary Club. Esta institución de gente voluntaria y silenciosa ha recibido el “Cóndor de los Andes” y la “Medalla al Mérito Municipal”, pero ninguna mención de la institución a la cual apoyó en los momentos difíciles, desde su fundación hasta hoy.Vale este artículo en el mes de nuestro valeroso Comité Pro Santa Cruz, gobierno moral de los cruceños.