No cabe duda de que 2012 es el año del Tigre. Ayer dio en Potosí el paso que le faltaba para coronarse primer tricampeón de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano desde que ésta se creó en 1977.
El club de Achumani escribió a los pies del Cerro Rico uno de los capítulos más importantes en su historial de 104 años, encadenó el tercer título al hilo. La saga comenzó en diciembre del año pasado en Sucre, siguió en mayo de este año en Oruro y se extendió en la Villa Imperial.
La ventaja de seis unidades sobre San José con la que había llegado a la jornada 21 del certamen fue el mejor colchón en el que el Tigre se apoyó para afrontar la penúltima jornada.
The Strongest no la pasó bien en los primeros minutos, le costó asentarse en la cancha. La defensa volvió a dar ventajas al rival que rápido sacó provecho, Carlos Neumann se elevó entre dos zagueros para de cabeza poner el 1-0 en el minuto 3.
El impacto dejó mareado al Tigre en la cancha, sus intentos por tratar de manejar la pelota se quedaban en eso, mientras que el local aprovechaba las licencias que tenía por la banda derecha para hacer daño.
Real Potosí aumentó la cuenta mediante Alexis Bravo, el delantero marcó de cabeza después de un centro de Rosauro Rivero y dejó sin reacción a Daniel Vaca (22’). Cerca de la media hora el equipo atigrado pudo caminar en el terreno, pero sus intentos de ataque encontraron a Henry Lapczyk atento para evitar la caída de su arco.
El impulso lo tomó en la última jugada de la primera parte, en una con sello de este Tigre, Chumacero habilitó a Escobar de taco, el capitán ingresó al área pero fue trabado por Vidaurre y el juez cobró la pena máxima. El goleador ejecutó con maestría el empate a los 48’.
Esa anotación fue vital, en el segundo tiempo el atigrado fue el que ingresó decidido a hacer lo suyo. A los tres minutos, Harold Reina, con toque preciso, anotó la igualdad tras un centro de Diego Bejarano.
Real Potosí quemó todas sus municiones en procura del desnivel, pero no le alcanzó.El Tigre supo cuidar el empate hasta el final, cuando por fin pudieron decir tricampeón, título que soñaron a diario, pero que no lo querían mencionar hasta que no se hiciera realidad.
Fuente: Unitel.
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