La locura del desarrollo energético nuclear en Bolivia

Boris Bernal Mansilla

BORISBERNAL El vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera declaró en la inauguración de las Olimpiadas Científicas Estudiantiles que el Estado Plurinacional Boliviano desarrollará la energía atómica.

Ante esto, queda demostrado que las plantas nucleares producen desechos que emiten radioactividad. Y estos desechos despiden rayos radioactivos eternamente, algunos ejemplos: el Plutonium 239 pierde la mitad de su radiación en 24000 años, quiere decir tiene una vida media radioactiva de 24000 años; el Yodo 129 tiene una vida media radioactiva de 16.millones de años, quiere decir prácticamente una eternidad [1].



Al respecto en pasadas jornadas la asociación internacional de médicos contra la guerra nuclear IPPNW publicó en un periódico alemán el siguiente texto: “Se detecta enfermedades de la tiroides en 35% de los niños en la región de Fukushima. Canceres de tiroides se esperan para los años 2014/15 y leucemia se va presentar un poco más tarde. En Tschernobyl las cifras de cánceres de tiroides y la leucemia se han disparados unos 4 años después de la catástrofe. Por el accidente de Tschernobyl murieron hasta ahora unos 1.600.000 millones de personas. De los 800.000 soldados que han sido destinados a limpiar el lugar, 125.000 han muertos, otros cientos de miles están gravemente enfermos. La cifra de nacidos muertos se aumenta constantemente, así como los defectos corporales aumentan en cada generación. La mayoría de los muertos por las catástrofes de Tschernobyl y de Fukushima todavía no han nacido” [2].

Ahora bien, varios gobiernos serios y responsables, vienen desplegando planes y programas de desarrollo de energías alternativas renovables, como la eólica, fotovoltaica, entre otras. Alemania demostró que no pudo manejar la energía nuclear, viéndose en la necesidad de abandonar esta y buscar nuevas alternativas. ¿Será que Bolivia encontró el método envolvente adecuado para manejar plantas nucleares?

Esperemos que nuestros mandatarios de Estado reflexionen sobre sus últimas declaraciones e intenciones y dejen a un lado esta locura.

[1] BRUNHART, Pedro; La locura humana de construir plantas nucleares; http://www.circuloachocalla.org/la-locura-humana-de-construir-plantas-nucleares/

[2] BRUNHART, Pedro; Tschernobyl y Fukushima; http://www.circuloachocalla.org/tschernobyl-y-fukushima/