El “caso Soza” es un complicado puzzle cuyas piezas principales serían las siguientes:1.Una grabación que, según dos peritajes internacionales, contiene la voz de Marcelo Soza, incriminando al vicepresidente García Linera en la red de extorsión, al hermano del segundo mandatario en narcotráfico y acusando al ex director de régimen interior del Ministerio de Gobierno, Norberto Clavijo, de sembrar pruebas junto al cadáver de Eduardo Rozsa en el Hotel Las Américas.2.La conclusión de uno de los peritajes, respecto a que, debido a las condiciones en que se realizó la grabación, probablemente el ex fiscal habría dado el consentimiento para la misma.3.Un ministro de gobierno, Carlos Romero, que estaría dejando correr y crecer al “caso Soza”, mientras al mismo tiempo tantea la posibilidad de ser el candidato vicepresidencial del oficialismo en el 2014.4.El antecedente del caso Ostreicher, donde el gobierno se lavó la cara mandando a prisión a sus operadores jurídicos.5.El tiempo más que prudencial dado por la Fiscalía para que Soza se presentara a declarar, suficiente para llevar adelante negociaciones desde la clandestinidad o desde el exterior.Dadas las piezas, es lícito preguntarse si el ex fiscal no se adelantó a una movida gubernamental para hacerlo caer en desgracia como “chivo expiatorio” de todas las irregularidades del juicio por “terrorismo”, grabando el audio como jugada preventiva para protegerse y negociando después las condiciones para su reaparición y su silencio…[email protected]