El gobierno de Evo Morales parece haber aprendido bien la lección venezolana del “ventajismo electoral”, a juzgar por el amplio uso de los medios de comunicación del Estado para apoyar el lanzamiento de la campaña de reelección presidencial.
El análisis de la programación del canal 7 en la mañana de hoy habla por sí mismo:
7:00 horas – Evo en Sucre, carrera con su nombre.
8:30 – Vicepresidente García Linera en el Congreso Gas y Petróleo, Santa Cruz, con intervalos de la premiación en Sucre.
10:00 – Concentración en la Plaza Villarroel en apoyo al gobierno.
12:00 – Llega Evo a la Plaza Villarroel.
De igual forma, los centenares de radios “comunitarias” amplifican la campaña reeleccionista, como también lo hace el diario Cambio.
El punto es que esto se realiza con algo que en teoría pertenece a todos los bolivianos, ya que los medios citados fueron creados con fondos públicos…
¿Acuerdo MAS-PT?
Una parlamentaria llamaba la atención sobre la facilidad con que los bloqueos y manifestaciones desaparecieron “por arte de magia” tras la aprobación de la Ley de Reelección, al punto que varios analistas sugieren que la ola de conflictividad social fue una cortina de humo para distraer al país de ese tema.
Otro ángulo del asunto es que las movilizaciones se dieron precisamente cuando la Central Obrera Boliviana se apresta a lanzar su instrumento político, el Partido de los Trabajadores (PT), algo para lo cual, obviamente, se necesitan fondos de arranque.
La pregunta es si la volatilización de los conflictos no obedecerá a acuerdos bajo la mesa, y si el mencionado partido en formación, más que una competencia al Movimiento Al Socialismo (MAS), no será una estrategia envolvente para llevar agua al mismo molino…