La vía egipcia

Emilio Martínez*

rouge et noir El levantamiento popular contra el ex presidente Mursi en Egipto, seguido de una rebelión militar, abre el debate sobre las paradojas de la democracia.

Desde el caso de Hitler sabemos que los enemigos de este sistema pueden usar la vía electoral para, una vez en el poder, desmontar precisamente los mecanismos democráticos e instalar una dictadura.



Mursi, llegado al gobierno mediante el sufragio, representaba el riesgo de la implementación de un régimen autoritario y fundamentalista encabezado por los Hermanos Musulmanes. Varias de sus medidas, como el intento de concentrar poderes extraordinarios en la presidencia, la redacción de una Constitución basada en la Sharia y el nombramiento de gobernadores regionales con reciente pasado terrorista, abonan esa tesis.

En ese contexto, cabe preguntarse si la rebelión de los mismos militares que derrocaron al dictador Mubarak no habrá sido el mal menor.

Debe tenerse en cuenta, además, que el nuevo gobierno provisional quedó a cargo del presidente de la Corte Suprema, respetando el principio de sucesión constitucional; así como la incorporación del Premio Nobel de La Paz, ElBaradei, como vicepresidente, garantizando el rumbo liberal de la administración interina encargada de llevar a cabo comicios generales.

El debate llega a América Latina, donde conocemos bien la figura de los presidentes que alcanzan el gobierno mediante las urnas, pero que luego se dedican a concentrar poder y a desmontar la democracia desde adentro.

En Venezuela, por ejemplo, hay quienes plantean “seguir el ejemplo egipcio”, lo que significa la celebración de elecciones transparentes bajo una administración provisional impulsada por las Fuerzas Armadas.

*Escritor y periodista. Autor del libro “Ciudadano X”