Goleada. La Academia resolvió el partido en el primer tiempo, cuando hizo cuatro de los seis tantos. Oriente no tuvo resistencia y menos reacción durante todo el encuentro.
El inicio de la goleada: Eguino se eleva solo y conecta de cabeza. Fotos: Miguel Carrasco.
La Razón, La Paz
Bolívar jugó simple pero fue efectivo y le bastó el primer tiempo para adueñarse del partido y propinarle una goleada de 6-0 a Oriente Petrolero en el estadio Hernando Siles.
El celeste jugó bien y en varios pasajes como si lo hiciera de memoria, con jugadores que saben su rol en el espacio que ocupan y generando un fútbol incluso vistoso.
Además, el cruceño fue “otro” Oriente —no aquel de buenos antecedentes— con una propuesta ofensiva nula y pocas acciones que podrían calificarse como peligrosas; además, absolutamente vulnerable en su área.
El albiverde aguantó sólo 22 minutos, hasta que llegó el gol de Ronald Eguino, que fue el punto de partida para que terminara entregándose a una Academia muy superior. El zaguero conectó solo de cabeza un centro servido por Sánchez Capdevila, el balón pegó en el travesaño y picó dentro del arco de Carlos Arias.
Ni la salida de William Ferreira por lesión le cambió la cara ofensiva a Bolívar. En su lugar entró Rudy Cardozo, quien en el primer balón que tocó fabricó el segundo tanto, eliminando a Mariano Brau y entregándole la pelota a Jaime Arrascaita para que, de derecha, anotara a los 33’.
Acto seguido (35’), Juan Carlos Arce recibió el esférico a unos 35 metros del arco, giró y sacó un derechazo que entró por el ángulo derecho del adelantado Arias.
La primera etapa se cerró con la cuarta conquista que llegó por la vía del penal: Cardozo ejecutó con maestría al medio.
Arrascaita manda el centro que Pablo Demuner, en su intento por rechazar, anotó un autogol, el sexto de la Academia.
En la segunda parte sucedió más de lo mismo, con un Oriente sin reacción; por tanto, la Academia se dedicó a tocar la pelota y esperó para asestar un golpe más que llegó en el minuto 23. Un pase largo dejó en inmejorable posición a Arrascaita, quien desbordó casi hasta el fondo y mandó un centro medido para que Arce convirtiera el quinto.
El sexto fue un autogol de Pablo Demuner: Arrascaita encaró de nuevo por derecha, se quedó sin ángulo, pero pudo mandar un centro provocando que el zaguero argentino mandara el balón a su propio arco.
Arrascaita y Cardozo forman nueva sociedad
Ni bien Rudy Cardozo entró a la cancha, a los 32 minutos del primer tiempo, se juntó con Jaime Arrascaita y ambos formaron una sociedad que ayer funcionó bien y en el futuro puede dar mucho más.
Los dos son hábiles, tienen gambeta y coordinaron sus movimientos frente a un rival que se entregó tras los primeros goles.
“Es un joven con talento, hicimos algunas cosas bien y el equipo fue el beneficiado”, manifestó a propósito Cardozo.
Otros que dejaron una muy buena impresión son los españoles José Luis Sánchez Capdevila y Juan Miguel Callejón, sobre todo para poner pases precisos desde larga distancia.