Millones de mujeres alrededor del mundo pasan sus embarazos sin un compañero, así que si ésta es tu situación, tienes que saber que no estás sola. Estar embarazada y soltera puede parecer abrumador, pero debes saber que se puede salir adelante y que tu hijo y tú van a ser felices.
Buscar apoyo frente a un embarazo individual
Sea cual fuera tu situación, tienes que saber que no estás sola. Quizás veas todo negro, porque no tienes pareja, o porque él se fue, pero no es el único que te puede ayudar y contener.
Lo mejor es que te apoyes en tu familia y amigas. Siempre va a haber alguien dispuesto a acompañarte a los controles médicos, a escucharte, a tenderte su mano, siempre y cuando sea de corazón y sepas que puedes confiar plenamente en él.
Si es tu mamá, o tu mejor amiga, o tu prima compinche, tu confidente, te podrá acompañar al curso de preparto y hasta podrá ayudarte en la llegada de tu bebé.
En caso de que vivas alejada de tus familiares más cercanos y sientes que no tienes en quien confiar, la mejor opción es buscar la contención de una partera o una doula. La partera es un profesional altamente capacitado para cuidar de la mujer en todas las etapas del embarazo y del parto. Mientras que la doula, aunque no es profesional médico, puede brindarte apoyo emocional y físico, hacerte unos lindos masajes, aromaterapia y ayudarte en todo el proceso.
Tampoco te olvides de Internet, ya que hay infinidad de páginas relacionadas con la paternidad, que además de brindarte completa información, tienen foros con los que te puedes contactar con otras mujeres embarazadas y compartir hermosos momentos.
Si te sientes demasiado deprimida por tu situación y no encuentras en quien confiar, no dudes en buscar apoyo psicológico. Recuerda que todo lo que te pasa repercute en la salud de tu bebé.
Salir adelante sola
Deja de lamentarte y aprovecha los meses de embarazo para planificar tu vida una vez que nazca tu hijo.
Este es el mejor momento para decidir sobre el futuro. Reflexiona acerca de tu situación monetaria, fíjate si te convendría mudarte a un sitio menos costoso, o incluso mudarte con tus padres o tu mejor amiga.
De a poco trata de comprar todo lo necesario para el bebé. Acepta la ayuda de quien pueda tener una cuna que ya no necesita o un carrito que no use. ¡Que no te de pena! Solo estás pensando en lo mejor para tu pequeño.
También debes planificar quién va a cuidar a tu hijo cuando vuelvas al trabajo. Este es el momento perfecto para organizarte con la familia según los horarios que dispongan para cuidarlos, o para visitar guarderías o jardines maternales.
Así ves que todo es posible, solo hace falta fuerza y voluntad. Tu bebé será tu motor de aquí en más. No te detengas, no te deprimas, mira el futuro y prepárate para conocer al verdadero amor de tu vida, que nacerá en poco tiempo.
Fuente: www.imujer.com