El liderazgo necesario aún en tiempos preelectorales

Daniel Pasquier Rivero

daniel-pasquier “No debemos dejar de ir al espacio, por el bien de la Humanidad. No creo que podamos sobrevivir otro millar de años sin escapar de este frágil planeta”. Stephen Hawking se refería, desde la Física, a las condiciones de una u otra manera predecibles en la Tierra, aunque no se ajuste en los parámetros de tiempo, de miles de millones de años en el Universo, a los segundos que eso significa en el tiempo-vida humana.

La frase puede ser aplicada a varios contextos. ¿Saldremos de la crisis económica global en la que estamos embarcados, iniciada en las grandes economías, que hace tambalear sociedades hasta en el último rincón del planeta? O, ¿hasta dónde se agravará? La presencia de ideologías encaminadas con retrovisor, ajenas a todas las iniciativas conseguidas durante siglos para mejorar las relaciones de los pueblos entre sí, y de los pueblos con sus respectivos gobiernos, hacen tambalear logros de la humanidad dados por definitivos: los Estados, la democracia, los Derechos Humanos. ¿Existe justicia y, en consecuencia, la paz no es posible? Hay lugares donde hasta la noción se ha perdido, y se cuentan los muertos con la indiferencia que se cuentan las estrellas en el cielo.



Falta hasta papel higiénico en Venezuela. Es la misma pobreza experimentada por los cubanos gracias a las genialidades de los Castro. Sin embargo, el presidente N. Maduro se ocupa del espionaje y los atentados de la “ultraderecha amarilla recalcitrante”. Todo el desastre económico del exportador de casi un millón de barriles por día de petróleo al “imperio” americano, y de otro millón a distintas latitudes, es achacable “al pajarito”. Ahora van al encuentro con su correligionario R. Correa a dominios de Evo: el Chapare. Necesita varios aviones para su traslado; hasta un inmenso Hércules “de avanzada”. ¿Qué llevará? Nadie se atrevería a requisarlo. Pero, cautela. Una y otra vez los vuelos desde Caracas resultan, como los dados, “cargados”. Como el reciente que voló a París con 1.3 toneladas de cocaína. Mientras, lo que interesa a Maduro, es él.

Derechos humanos, derechos de los pueblos indígenas, estrategia antiimperialista y la lucha contra el capitalismo posiblemente estén en la agenda. Podría ser inoportuno tocarlos. Está pendiente Chaparina, un ejemplo de flagrante violación a los derechos humanos e indígenas. Van dos años, y el juicio no avanza y los responsables, se conocen, pero no se tocan. Así, ¿cómo amenazar por delitos similares al presidente de EEUU con la conformación de un Tribunal de los Pueblos para su juzgamiento? Sería más efectivo proponer que lo juzgue UNASUR, aunque no le corresponda, pero es condena segura de manera sumaria. Y a continuar el libreto.

Sobre el capitalismo no hablarán. A pesar de la mucha saliva sigue demostrando su capacidad inigualable para generar riqueza. El que se aparta, cae en la pobreza. Lo muestran nuestros compatriotas emigrantes, convertidos en soporte extraordinario a la economía plurinacional (por encima de 1000 MD, millones de dólares, anuales). Dejaron el país que no les ofrece empleo y “libremente” escogieron el país capitalista que les pague mejor. Así sostienen a sus familias, con el riesgo de, a su vuelta, si se diera, no encontrar familia o tener que visitarlos en los centros de rehabilitación, pues los más jóvenes fueron inducidos a consumir drogas en los colegios y después, para mantener el vicio o comprar créditos para sus celulares, convertidos en distribuidores y vendedores.

El narcocapitalismo verdadero motor de la economía. Deslumbrados por los ingresos que genera la exportación de gas se oculta esta otra realidad. Somos los mayores proveedores de droga al adicto brasilero, al mercado argentino, y por supuesto, vía África (es posible que hasta en valija diplomática, como lo sugiere la presencia del Cónsul propuesto para Líbano desde hace varios años y encontrado con 400 kgs) a gran número de países europeos, justo, a los que prestan más ayuda para controlar la fabricación de cocaína. Hace un año todavía se pensaba que desplazando tropas y radares para interceptar aviones, lanchas, etc. utilizadas por los traficantes, se los podría disuadir.

Todo ha sido superado y los decomisos de toneladas en una u otra frontera son habituales. La droga que entra por Paraguay a Buenos Aires y Rosario vuelve en dinero contante y sonante. Se ha transformado “la lluvia blanca que cae sobre las provincias del Norte argentino” en otra nueva realidad, con el eje Bolivia-Paraguay-Argentina, “el dinero cae del cielo”, en referencia al último millón de dólares literalmente cayendo del cielo en territorio plurinacional.

En período preelectoral todo es posible. Conscientes o no entran en juego los políticos, los burócratas, toda la pirámide de corrupción, en busca del sostén en el poder, para mantenerse o para tomarlo, tal como lo describiera magistralmente J. Buchanan en su teoría del Public Choice. Se ofrece el oro y el moro. Lo descrito antes es posible que constituya, siguiendo el símil de la Física, ese escaso 4.6% de materia que conocemos conformada por átomos; se nos escapa el 24% que es materia oscura. Pero lo tremendo es el restante 71.4% constituido por “energía oscura”, que no conocemos, pero cuyos efectos y consecuencias sufre el pueblo. Energía oscura que es alimentada no tanto por la ignorancia sino por la ambición, la falta de honestidad, la soberbia, la ceguera ideológica que ata nuestros sueños.

Si la democracia nace del racionalismo, la misma racionalidad nos apunta el liderazgo que la situación demanda: cargado de ética, con la voluntad firme de buscar oportunidades sin distinción alguna, para ponerlas al servicio de todos. Se trata de crear un mundo para el hombre y no al revés, forzando a los hombres a vivir en un mundo que solo existe en la imaginación o en el desvarío de los instintos de unos pocos. Pero, lo decía Goethe, “el espíritu del hombre es indomable”.

El Día – Santa Cruz