En su famosa novela “1984” el escrfitor británico Eric Blair, más conocido por el seudónimo de George Orwell, imaginó un régimen totalitario que enmascaraba su naturaleza opresiva bajo una terminología eufemística: la “neo-lengua”.
Mediante esta manipulación del lenguaje, la terrible cartera encargada de la represión al pensamiento disidente por medio de los métodos más aberrantes, recibía el nombre de “Ministerio del Amor”.
De igual forma, la repartición estatal abocada a la desinformación sistemática y al falseamiento de la historia era el “Ministerio de la Verdad”.
Estas ficciones nos vienen a la mente al enterarnos de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acaba de crear un “Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo”, engendro que perfectamente podría haber sido parte de la distopía orwelliana.
Mientras el desabastecimiento y la inflación provocan precisamente lo contrario, la “suprema infelicidad” popular, el régimen chavo-madurista se empeña en la invención de una realidad paralela mediante la “neo-lengua”.
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El flamante despacho tendrá el cometido de coordinar las “misiones sociales” del gobierno, con la consigna expresa dada por Maduro de “elevarlas hasta el cielo” (?) como “homenaje y agradecimiento a Chávez”.
A veces la realidad imita al arte y en otras directamente supera a la ficción…