Se pueden originar por algún acontecimiento traumático de la infancia, que se relaciona con el encubrimiento de un factor inconsciente y que se liga con un alto nivel de angustia, desesperación y miedo a morir.
El miedo a la muerte es experimentado por la mayoría de las personas en algún momento de su vida, ya que, al igual que todos los seres vivos, lo único que tenemos seguro al nacer es la muerte.
El hecho de que la muerte sea un factor completamente desconocido de alguna manera contribuye a que las personas se sientan ansiosas ante su aparición, en esto también influye que la muerte es comúnmente asociada, al menos en nuestra cultura, con el sufrimiento y dolor que pueden ocasionar algunas enfermedades y la vejez.
Es importante mencionar que en cualquier fobia asociada a la muerte influye la educación y cultura en la que nacemos, en muchas partes del mundo se suele concebir a la muerte de manera diferente a la que nosotros estamos acostumbrados, por ejemplo: en Jamaica se acostumbra sepultar los cadáveres en el patio de la casa de la familia y realizar un gran festejo alegre con motivo del fallecimiento.
Muchas culturas tienen cierto miedo a la muerte, que puede convertirse en algo patológico cuando afecta el desarrollo de la persona y le aflige en su vida cotidiana perturbándole constantemente.
En este punto es donde pueden manifestarse fobias como la tanatofobia o la necrofobia, que si bien, guardan cierta similitud de miedo a la muerte, pueden distinguirse una de otra porque:
- La tanatofobia es el miedo injustificado y persistente a morir, que suele ir acompañado de la hipocondría, la cual es un síndrome caracterizado por la creencia de que se padece alguna enfermedad.
- La necrofobia es el miedo a la muerte y a los muertos, cadáveres, momias, etcétera.
Para Sigmund Freud las fobias eran una manifestación encubierta de un miedo más profundo, no al objeto temido en particular, sino hacia un factor inconsciente que se manifestaba por medio de la fobia, por ejemplo: el síntoma de algún paciente podía manifestarse con cinofobia (miedo a los perros) y realmente estar encubriendo el temor a la agresividad de alguna persona cercana a él, como el padre.
En otras palabras, la tanatofobia y la necrofobia se pueden originar por algún acontecimiento traumático de la infancia, que se relaciona con el encubrimiento de un factor inconsciente y que se liga con un alto nivel de angustia, desesperación y miedo a morir.
Pero saber cuál es el significado específico inconsciente para cada persona y cada fobia es un trabajo arduo, que se logra sólo en el espacio terapéutico y que depende de la historia de vida de cada individuo.
Las personas que padecen alguna fobia manejan niveles altos de ansiedad y pueden presentar ataques de ansiedad que no deben ser tomados a la ligera, ya que el miedo y sufrimiento que los fóbicos experimentan es totalmente real, aunque sus temores sean difusos, inexplicables o ilógicos para los demás.
Por eso es importante acentuar que si una persona padece alguna fobia que esté afectando el desarrollo de su vida cotidiana debe consultar la opinión de un experto calificado en el tema.
Los mexicanos solemos ser reconocidos por nuestro cinismo para referirnos a cuestiones relacionadas con la muerte, así es nuestra cultura, pero detrás de esa expresión bien puede haber una actitud sana o esconderse algún aspecto patológico.
Si tú, como muchos, te ríes de la muerte, qué bueno, disfruta de esos momentos, pero si pensar en esta ineludible realidad del ser humano te genera temores, angustia y sufrimiento, de manera que no te dejan vivir en paz, lo recomendable es que no tomes eso a la ligera y busques ayuda calificada para vivir mejor.
Psic. Tania Elizabeth Silva Mendoza
Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM). www.spm.org.mx
Fuente: de10.mx