ALBA: campeones en corrupción

ORTEGAMADUROEVO Un nuevo informe de Transparencia Internacional acaba de situar a la Venezuela chavo-madurista como el país más corrupto de América Latina.

No muy lejos, en el cuarto lugar del ranking, se encuentra la Nicaragua gobernada por el sandinista Daniel Ortega.

Un poco más allá, en un segundo grupo de países con grandes problemas de corrupción, aparecen empatados la Bolivia de Evo Morales y la Argentina de Cristina Fernández, seguidas por el Ecuador de Rafael Correa.



En el caso de Bolivia, su calificación a nivel mundial aparece estancada por segundo año consecutivo en el puesto 106 entre 177 países, un sitial nada honroso por cierto.

Como se verá, los regímenes del “socialismo del siglo XXI” no sólo no han sido eficientes en el combate a la corrupción, sino que la han extendido, por la simple razón de que al incrementarse las regulaciones estatales sobre la sociedad civil crecen las oportunidades extorsivas para la burocracia.

En Venezuela, se estima que el 60% de su presupuesto es devorado por la corrupción. Tenemos, entonces, una serie de gobiernos neo-populistas que expanden el gasto público con la excusa de “favorecer a los más pobres”, cuando en realidad los favorecidos son los integrantes de sus nomenklaturas

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