Muerte misteriosa

Maggy Talavera

maggy-talavera Arturo Cuba apareció muerto en las celdas de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen en La Paz, a pocas horas de haber sido detenido en circunstancias tan oscuras, como la noche en que ocurrió todo.

Quien dio la noticia no fue el jefe de la FELCC, sino el ministro de la Presidencia. La causa, según el anuncio oficial: suicidio. Dizque Cuba usó cuerdas de zapato "prestadas” para ahorcarse, ya que Juan Ramón Quintana asegura que le habían quitado los zapatos y el cinturón al recluirlo, "de acuerdo con procedimientos”.



Lo de las cuerdas de zapatos prestadas es sólo una de las rarezas en este caso. Cuba, al ser encontrado muerto en el baño de la FELCC, estaba con las manos atrás, atadas. Su cuerpo no colgaba de los cordones que tenía en el cuello, sino "en posición sentada en un punto de descanso”, de acuerdo con uno de los pocos detalles que quiso proporcionar luego el comandante de la FELCC de La Paz.

Era alto, de contextura gruesa, según el abogado que iba a defenderlo de la denuncia de estafa presentada en su contra.

Los familiares de Cuba están seguros de que él no se suicidó, sino que fue muerto por "personas de alto poder” con la intención de "encubrir algo”. Una duda que no pudo ser absuelta, ni siquiera por la autopsia de ley que duró alrededor de cuatro horas.

Según el forense, no fue posible precisar si fue ahorcado o si Cuba se mató. Lo que sí es posible asegurar es que las otras dos personas detenidas por el mismo caso que iba a afectar a Cuba ya no se atreverán a decir todo lo que saben sobre la supuesta estafa.

Afirmar lo anterior no es difícil si una se da tiempo de ver los entretelones del caso. La denuncia de estafa fue presentada por el Gobierno, luego de constatar -siempre según el ministro de la Presidencia- que dos empresarias de la construcción trataron de cobrar sendas boletas de garantía por más de seis millones de bolivianos por obras que se adjudicaron del programa Bolivia Cambia, Evo Cumple.

Las boletas habían sido entregadas por Cuba, según las detenidas, y el Banco Unión constató que eran falsas.

Hay que aclarar que los tres involucrados en la denuncia del Gobierno fungían como dueños de empresas constructoras favorecidas con licitaciones en el programa que dirige el Ministerio de la Presidencia.

Cuba figuraba como dueño de Benavides Millares, mientras que las dos mujeres -madre e hija- aparecen como propietarias de Armodec y Agali, respectivamente. El abogado de Cuba asegura que éste mantenía contacto con funcionarios de ese ministerio, y dejó entrever la posibilidad de que algún funcionario del mismo estuviera comprometido con el hecho.

Nada de lo dicho aquí es invención mía. Todo ha sido recogido de las informaciones que han sido publicadas por los medios de comunicación. Todavía faltan elementos para ser incorporados en la investigación de la misteriosa muerte de Cuba, que, a sus 40 años, estaba a cargo de una empresa, que su abogado asegura posee el capital suficiente como para cubrir el monto denunciado como estafa (aunque el nombre de Cuba no figura en el registro de la compañía en la Cámara de la Construcción, según Caboco).

En cualquier caso, amerita hacer un seguimiento al hecho que sólo viene a arrojar más sombras y dudas sobre el discrecional manejo de los millonarios recursos destinados al programa Bolivia Cambia, Evo Cumple.

Algo que ya puso en evidencia a mediados del año pasado Unidad Nacional, al presentar los resultados de una investigación hecha sobre más de 1.000 obras licitadas dentro del programa.

Entre los hallazgos destaca el desembolso de más de 300 millones de dólares desde 2006 hasta 2011, aunque la suma real comprometida supera los 400 millones de dólares.

Muchos de esos desembolsos han sido efectuados antes de que se concluyeran las obras y, además, muchas de esas obras se han transformado en "fantasmas”. Ahora parece que en muerte, para pesar de los dolientes. Un dolor que está pasando desapercibido, por obra y gracia de la parafernalia del Dakar 2014. Terrible, digo yo.

Página Siete – La Paz