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El puente rojo, una estructura metálica que en los años setenta estuvo emplazada en lo que hoy es el puente de Cala Cala, fue robado en febrero de la población de Pandoja, a donde había sido trasladado después que un puente de concreto lo reemplazara en la unión de El Prado y la avenida Libertador Bolívar. Afortunadamente, la Policía de Quillacollo logró hallarlo ayer en el barrio Fabril de Cochabamba, sobre un río y para comunicar a los vecinos con el circuito de motocross.
El director de la fuerza anticrimen de Cochabamba, coronel Remy Ampuero, informó que el puente fue robado el 15 de febrero de la población de Pandoja. La estructura metálica tiene 18 metros y pesa varias toneladas. Fue diseñada y construida por ingenieros franceses hace más de 40 años y fue el puente Cala Cala hasta que la modernidad lo reemplazó.
Fue entregado a los habitantes de Pandoja y el mismo fue instalado sobre el río Huayculi, entre Vinto y Quillacollo. Hace unos meses, fue removido unos metros de su lugar para dar paso a la construcción de un nuevo puente de concreto. Empero, el 15 de febrero, la estructura desapareció “como por arte de magia”.
Los vecinos de Pandoja denunciaron el robo a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Quillacollo pues tenían otro destino para la estructura, en la misma jurisdicción. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de Quillacollo muestran a un tráiler en la avenida Blanco Galindo, llevando el puente en su carrocería hacia esta ciudad.
Las pesquisas y entrevistas a personas que a diario permanecen en esta avenida, revelaron que vieron al camión con el puente en distintos puntos. Siguiendo su pista, concluyeron que el tráiler entró por la zona de Quintanilla. Los policías inspeccionaron la zona y hallaron el puente conectando el barrio Fabril con el circuito de motocross. Solamente dos empresas en Cochabamba tienen los equipos capaces de levantar semejante estructura. Serán convocadas para esclarecer quién las contrató.
Fuente: ATB, Opinión