Soza: de ser un fiscal poderoso en Bolivia a perseguido político No. 147

Las denuncias de extorsión hicieron tambalear a la exautoridad. Antes del 16 de abril de 2009, cuando ocurrió el operativo, el fiscal Marcelo Soza no era conocido, sumó tanto poder que era temido por la oposición. Ahora el Gobierno de Evo Morales amenaza con iniciar acciones legales contra exfiscal.

imageCuando investigaba el caso terrorismo.

PÁGINA SIETE / La Paz



"Se cae este caso, hermano, se cae el Evo”, advertía en marzo de 2013 una voz que supuestamente corresponde al exfiscal Marcelo Soza, en referencia a los cuestionamientos al caso terrorismo. Un año más tarde, el otrora fiscal que estaba a cargo del caso más importante del Estado se fue a Brasil tras ser denunciado de extorsión, aunque él alega persecución política y el abandono de las autoridades del Gobierno.

Soza fue el fiscal que encabezó la investigación del llamado caso terrorismo e imputó a 39 personas, a quienes acusó de terrorismo, separatismo, alzamiento armado y otros delitos. Actualmente, el juicio está en pleno desarrollo en el tribunal departamental de justicia de Santa Cruz.

Durante las investigaciones, el fiscal andaba por las calles flanqueado por guardaespaldas asignados para su seguridad y evitaba contactos con los periodistas. Estaba a cargo del caso más importante del Estado y durante las investigaciones promovió operativos para capturar a los presuntos implicados en el caso como Alberto Melgar, expresidente del Comité Cívico de Beni, quien fue detenido en un operativo supuestamente encabezado por el exdirector de Régimen Interior Boris Villegas, ahora detenido en la cárcel de Palmasola, por el caso red de extorsión.

El entonces fiscal sembraba el terror entre líderes políticos y cívicos de la oposición. Se le veía descender de vagonetas con vidrios polarizados, vestido con chaleco antibalas, gorra y lentes oscuros mientras agentes policiales encapuchados bajaban a los arrestados y les hacían ingresar en la Fiscalía de Distrito de La Paz.

Hasta antes del operativo del 16 de septiembre de 2009, cuando se registró el operativo en el hotel Las Américas de Santa Cruz y donde murieron el húngaro-boliviano Eduardo Rózsa Flores; el húngaro-rumano Árpad Magyarosi y el irlandés Michael Martin Dwyer, Soza no era conocido aunque, para entonces, ya llevaba seis años en el Ministerio Público.

Aún sigue siendo una incógnita por qué fue designado fiscal de este caso, el más importante para el Gobierno, pues hasta ese momento había atendido casos irrelevantes y en poco tiempo Soza cobró relevancia; no obstante, ese poder se fue debilitando desde que comenzaron a surgir las denuncias de extorsión por parte del fiscal a acusados del caso terrorismo.

Fue en marzo de 2013 cuando la senadora opositora Carmen Eva Gonzales reveló dos grabaciones de audio en las que se escucha una voz idéntica a la del exfiscal Soza, en las que indica que el caso terrorismo fue montado y que los extranjeros muertos en 2009 fueron abatidos porque no hubo enfrentamiento, como señalaban los opositores e informes de forenses.

El fiscal Soza nunca negó que se trate de su voz, sino dijo que es un "montaje” promovido por los separatistas que no quieren que avance el proceso legal. Autoridades del Gobierno también cerraron filas para defenestrar la grabación; sin embargo, poco después se destaparon las denuncias de que Soza y su abogado Moisés Ponce de León habían extorsionado a algunos acusados del caso terrorismo.

Éste fue el golpe que hizo tambalear al fiscal poderoso. Para entonces ya había presentado su renuncia irrevocable al cargo de fiscal de materia, solicitó vacaciones, desapareció por un tiempo y después comenzó a asumir defensa con la presentación de incidentes, recusaciones y otros recursos para dilatar los procesos que le cercaban.

Mientras acontecía esto, las denuncias en contra de Soza y su abogado se sumaban. Svonko Matkovic (padre), Alberto Melgar y otros indicaban que habían entregado montos de dinero para que el fiscal les libere del proceso como había ofrecido a cambio de dinero. La autoridad del Ministerio Público, que gozaba de la confianza del Gobierno, que tenía a disposición equipos de seguridad, oficinas y vehículos, aparecía enlodado en lo que parecía un negocio turbio, mientras el caso terrorismo quedó en manos de una comisión de fiscales encabezado por el fiscal Sergio Céspedes.

El 18 de agosto de 2013, el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, bajaba el pulgar a quien hasta entonces era el fiscal de confianza que iba a enviar a la cárcel a los separatistas que querían la independencia de Santa Cruz. "Si este señor actuó de manera contraria a la ley y desarrolló actos de corrupción (…) debe ir a la cárcel”, sentenció Pérez y el Gobierno anunció ayer un juicio por difamación en su contra.

Versión de Soza afecta al caso

El juicio del denominado caso terrorismo continuará su desarrollo en el juzgado y no hay razón para que pueda extinguirse pues legalmente existe una acusación formal y lo que corresponde, según autoridades judiciales y juristas, es que haya una sentencia.

Sin embargo, juristas y parlamentarios de la oposición coinciden en que las revelaciones del exfiscal Marcelo Soza, ahora en Brasil, golpean duramente a la esencia del proceso y debilita la credibilidad de los argumentos.

El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Jorge von Borries, opinó que el caso radicado en el tribunal de justicia de Santa Cruz debe continuar; sin embargo, los acusados por terrorismo y sus abogados consideran que se deben anular todos los obrados y cerrar el caso porque existen defectos procesales y materiales de fondo, a decir de uno de los abogados, Otto Richter.

William Orozco, abogado penalista, señala que en sentido estricto de derecho, el proceso debe continuar hasta que se dictamine una sentencia ya sea para declarar culpables a los acusados o absolverlos; sin embargo, también advirtió que las revelaciones que hizo el exfiscal Marcelo Soza, desde Brasil, constituyen un "golpe” a la legitimidad y a la seriedad del caso.

Un día después de que se conociera la salida de Soza, la senadora Carmen Eva Gonzales irrumpió en la misma audiencia del caso terrorismo y dijo que los detenidos por el caso terrorismo deben ser liberados porque el principal acusador confirmó que el caso terrorismo es un montaje.

En tanto, la oposición advirtió un juicio de responsabilidades contra el presidente Evo Morales por las muertes en Las Américas.

La cronología de los hechos en el caso terrorismo I

16 de abril 2009 La Policía irrumpe en el Hotel Las Américas donde se encuentran cinco integrantes de la supuesta banda terrorista-separatista, con un saldo de tres extranjeros muertos y dos sobrevivientes, Mario Tadic y Elod Toasó. Según el Gobierno  hubo fuego cruzado, pero otros informes que indican que los supuestos terroristas fueron acribillados.

25 de abril 2011 El entonces fiscal Marcelo Soza quiso dimitir después de dos años de investigaciones y numerosas detenciones, argumentando que fue víctima de calumnias que advertían que el hecho del Hotel Las Américas nunca existió. No aceptaron su renuncia; el Gobierno le dio su respaldo y repudió los cuestionamientos de los "separatistas”.

3 de marzo de 2013 La senadora opositora Carmen Eva Gonzáles presenta grabaciones en las que supuestamente se oye la voz de Soza diciendo que el caso terrorismo I fue montado

11 de marzo de 2014 Después de haber renunciado al caso terrorismo y de haber sido acusado de extorsionar a los supuestos implicados, el otrora poderoso fiscal se fugó a Brasil y pidió  refugio por supuesta persecución política.

Gobierno amenaza con iniciar acciones legales contra exfiscal

El exfuncionario reveló que hubo irregularidades en el caso terrorismo. La ministra de Justicia, Sandra Gutiérrez aseguró que el exfiscal está atacando al Estado.

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Archivo Digital. Desde el 11 de marzo, el exfiscal Marcelo Soza se encuentra en Brasil, donde pidió refugio.

Página Siete / La Paz

La ministra de Justicia, Sandra Gutiérrez, advirtió de que  iniciará acciones legales contra el exfiscal Marcelo Soza si éste, de alguna forma, relaciona al Gobierno con denuncias sobre irregularidades en el caso terrorismo.

Las declaraciones fueron vertidas por la autoridad en referencia a la supuesta carta que el exfuncionario público habría escrito, en la que responsabiliza al Ejecutivo sobre "irregularidades” en el caso terrorismo.

    "Estamos dejando que actúe la justicia; sin embargo, nosotros vamos a analizar en el contexto de que él (Soza) no puede inmiscuir al Gobierno; si él lo hace tendrá que tener las pruebas porque si no, nosotros también vamos a iniciar las acciones correspondientes, porque él no está atacando a una persona, está atacando a un Estado, a un gobierno”, explicó la autoridad a  la red ERBOL.

Soza dejó la carta el 11 de marzo, cuando ingresó a Brasil para solicitar refugio, el cual le fue aceptado. En la misiva, el exfiscal responsabiliza al Órgano Ejecutivo sobre  "irregularidades” en el caso terrorismo.

"Nosotros no vamos a permitir que un prófugo, que una persona que ha perdido total credibilidad, venga a atacar desde otros lugares a nuestro Gobierno, nosotros vamos a analizar esta situación”, recalcó la ministra de Justicia.

Para la autoridad, si el exfiscal cree que es cierto  lo que asevera  debió quedarse en el país  para afrontar a la justicia. 

Juan Del Granado, líder del MSM, indicó que el exfiscal era un mecanismo de persecución del Gobierno.

  "Soza  ha sido hasta hace pocas semanas un agente del Gobierno, un funcionario del Gobierno. Por eso le decimos al Gobierno que deje de hacer el show (…). Cómo es que no se dieron cuenta de que era corrupto y que era delincuente”, comentó Del Granado a Cadena A.

  Al menos tres denuncias por extorsión fueron presentadas por parte de los implicados y familiares del caso terrorismo en contra de Soza y su entonces abogado Moisés Ponce de León. Los denunciantes afirman que el exfiscal les pidió montos  superiores a los 50.000 dólares.

En la carta supuestamente escrita por Soza, éste manifestó acerca del caso terrorismo:  "Estas acciones (intervención al hotel Las Américas, informes de balística, soborno y extorsión) fueron dirigidas por autoridades del Ministerio de Gobierno. Existieron otras acciones que fueron decididas en el nivel político del Estado sobre las que yo no tenía ninguna responsabilidad. Hice lo que debía hacer como fiscal del Ministerio Público”.

Al respecto,  la bancada de Convergencia Nacional pidió el viernes que se extinga el denominado caso terrorismo debido a la  huida del exfiscal,  mientras que el senador del MAS Fidel Surco aseguró que esa figura no es posible porque se trata de dos asuntos diferentes.

Por otro lado, la Fiscalía General del Estado envió requerimientos a la Policía Internacional (Interpol) para permitir la aprehensión del exfiscal.

Punto de vista

Harold Olmos 

Periodista

"Soza no se sentía seguro de la justicia”

"Hay un acoso creciente desde diversos años sobre el trabajo que Soza ha realizado como jefe de esta investigación, la más grande que hubo en Bolivia en lo que va de este siglo. ¿Por qué decidió escapar e irse a Brasil? La respuesta está muy clara dentro de la carta que divulgó: no se siente seguro acá en Bolivia con la justicia, de la cual él era parte”.

"Hubo una evolución de todo este caso, pero yo creo que lo principal son las deficiencias que se notan en el sostenimiento. No se le ve firme ni sólido. Hay muchos vacíos y lagunas, que no están suficientemente claras ni suficientemente cubiertas”.

"Ahora bien, Soza reconoce que ha sido grabado. Él en cierto modo admite la validez del audio que es atribuido a su persona y que fue divulgado hace más de un año con un personaje anónimo”.

"Éste es un caso gigante para cualquier sociedad, para cualquier país. No son delitos insignificantes que están involucrados. Se ha hablado -aunque curiosamente no existe de una manera oficial- de ‘separatismo’; se ha hablado de magnicidio -que también curiosamente no aparece más en la acusación formal-, pero todo eso configura una situación muy amplia y muy compleja”.

"Hay cosas que deberían ser examinadas con más cuidado en el proceso, que a uno no le parecerían normales, dependiendo, claro, de la butaca donde uno esté sentado; pero si revisamos el caso nos vamos a encontrar con situaciones un tanto débiles, un tanto zigzagueantes, un tanto complejas, que ameritarían otro tipo de seguimiento”.