Juana (nombre cambiado), una mujer de 34 años que por más de una década soportó la violencia de su esposo, casi pierde la vida ayer, cuando el hombre que juró amarla tomó un cortaplumas y la hirió 120 veces, una en el esternón y las demás en los brazos y las piernas. El hijo de ambos, de 15 años, intentó defender a su madre y también resultó herido.
Juana fue llevada al hospital de Punata, pero debido a la gravedad de su estado tuvo que ser trasladada al hospital Viedma. Decenas de cortes surcan sus brazos, manos piernas y pies. Según policías de Punata que auxiliaron a la mujer, el ataque fue brutal y algunas de las heridas en la mano fueron tan profundas que "se veía el hueso".
Juana contó que su esposo es violento y desde hace tiempo la humilla y la golpea argumentando que tiene celos de las personas que se le acercan o le hablan. El domingo, la pareja fue a una reunión social y, al volver a su casa, el hombre empezó a hostigar a su pareja acusándola sin fundamentos. Juana quiso huir al cuarto de su hijo, pero él fue tras ella con un cortaplumas y la hirió decenas de veces. El hijo se puso delante de su madre para defenderla. Él lo hirió también.
El director del hospital Viedma, Gastón Osorio, sostuvo que la mujer necesitará de una cirugía para restablecerse. La autoridad dijo que la paciente sufrió al menos 70 heridas, pero en la unidad de Emergencias dijeron que los cortes sumaron 120.
El comandante regional de Punata, coronel José Camacho, informó que el agresor fue aprehendido por investigadores de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) y será remitido a la Fiscalía por el delito de tentativa de feminicidio. Juana pidió ayuda para divorciarse de su agresor.
GOLPIZA A NIÑO Por otro lado, la directora de la FELCV central, coronel Melvy Quispe, informó que un niño de ocho años resultó gravemente herido después de que su padre le diera una patada en el estómago y le lesionara varios órganos internos.
El hecho ocurrió en Tacopaya, en el Chapare. Según confesó el mismo padre agresor, descubrió que su hijo había hurtado 200 bolivianos de su habitación y, para escarmentarlo, lo azotó con una soga. En el piso, el niño recibió una patada tan fuerte “que sus intestinos fueron perforados” y tuvo que ser trasladado de emergencia al pediátrico Manuel Ascencio Villarroel.
La autoridad recordó que los casos de agresión deben ser denunciados a cualquier Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia, a las Defensorías de la Niñez, a los SLIMS de las alcaldías, a la Fiscalía y Estaciones Policiales Integrales.
Fuente: Opinión