La rebelión militar, ¿fuera de control?

FFAA La rebelión de los suboficiales y sargentos de las Fuerzas Armadas se está radicalizando, mientras los voceros del gobierno multiplican sus llamados al respeto a la jerarquía castrense. ¿Cuánto hay de cierto y cuánto de pantomima en esta crisis?

Por una parte, los puños en alto de los suboficiales cuasi-amotinados y las consignas por la “descolonización de las FFAA” denotan el origen evidentemente masista del movimiento, pero la postura oficial de las autoridades ministeriales (Presidencia, Defensa) sugiere una desconexión entre los movilizados y el gobierno.

Es posible que todo sea una jugada planificada para que, luego de algo de farsa gubernamental “en defensa de la institucionalidad”, finalmente el presidente Evo Morales se siente con los suboficiales y conceda buena parte de lo exigido, consolidando su control partidario sobre la suboficialidad y, por su intermedio, de las Fuerzas Armadas.



Todo esto con un doble objetivo: 1) arrimar votos del mencionado sector al oficialismo para las elecciones 2014 y 2) neutralizar eventuales conatos de desobediencia entre la alta oficialidad ante instructivas de represión que el gobierno pueda dictar frente a futuras crisis políticas y sociales.

Pero también es cierto que la rebelión podría estar saliéndose un tanto de cauce, y que la reacción de inquietud generada en el ala de la alta oficialidad que pactó con el evismo vía Juan Ramón Quintana puede estar obligando al gobierno a dar señales de desaprobación a los movilizados.

En cualquier caso, lo cierto es que estamos ante una consecuencia de la descomposición inducida por el adoctrinamiento ideológico que el régimen inoculó en las FFAA, con miras a convertirlas en su “milicia socialista”…

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