Misa Crismal: La Iglesia tiene más de 1.000 sacerdotes para servir al pueblo

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Santa Cruz cuenta con 200 curas que trabajan en las parroquias. Aparecen menos aspirantes al sacramento sacerdotal. En medio de esa crisis hay testimonios que dan ejemplo de entrega.

Los sacerdotes de la Iglesia católica cruceña anoche renovaron sus votos para trabajar en común unión en favor del pueblo. En el país hay más de 1.000 curas, de los cuales alrededor de 200 están en la Arquidiócesis de Santa Cruz.



El padre jesuita César Maldonado, que lleva 22 años de sacerdocio, explica que para ser sacerdote, además de las cualidades humanas, hay que tener las espirituales y de entrega que le permitan ser un buen seguidor de Dios y un ejemplo para los demás. También recuerda que se puede optar por el clero diocesano o el religioso. El primero congrega más un servicio en las parroquias y el otro compromete una vida en comunidad y disposición para ser trasladado a cualquier lugar y servir con sus cualidades en las diferentes obras educativas, de comunicación, de salud y otros. “Hay que ser testimonios felices de Dios”, refirió el prelado recordando las palabras del papa Francisco.

Los ministros religiosos reconocen que hay una crisis en la vocación por la vida sacerdotal, que exige el celibato, pero destacan que hay testimonios de entrega incondicional.

El secretario ejecutivo de la Comunión Eclesiástica, el padre Marcelo Ramírez, dijo que el clero diocesano en Bolivia tiene 450 sacerdotes, que en su mayoría son bolivianos, y los que integran las diferentes órdenes religiosas son cerca de 700, por lo que el número supera los 1.000 en todas las parroquias a escala nacional.

En el país hay nueve seminarios para la formación del clero diocesano, los cuales acogen a más de 170 seminaristas, es decir, jóvenes que están en formación.  Ramírez expresó que han disminuido las vocaciones. Una muestra de ello es que en 2010 los aspirantes  a este servicio sobrepasaban los 250.

Un servicio con alegría

Los padres recuerdan las palabras del papa Francisco, que pide que sean testimonios vivos de felicidad al servicio de los demás. El mismo pontífice habló a los que se preparan para el sacerdocio y los exhortó a fortalecer su vocación con la oración, la palabra de Dios y los sacramentos, porque los seminarios no son lugares para la mediocridad.

En la misma línea del sumo pontífice, los sacerdotes coinciden en que los buenos pastores tienen que alimentarse de la eucaristía y de la oración para convertirse en voz de Cristo.

El superior de la comunidad  Compañía de Jesús, de la parroquia La Merced, Jorge Villalpando, anotó que son muchos aspectos lo que influyen en esta disminución de la vida consagrada que implica el celibato. Con casi 20 años de vida sacerdotal puede afirmar que uno de los factores que ayudan a descubrir ese llamado del Señor es tener un núcleo familiar estable, pero también un acompañamiento espiritual de la Iglesia y algunas vivencias de servicio de otros hacen que una persona busque convertirse en un pastor de la Iglesia.

Una de las situaciones que hacen que se sienta que hay menos sacerdotes, según el prelado, es que la población ha crecido y con eso han llegado nuevas necesidades.

Villalpando expresó que en la formación de la vida religiosa se da un acompañamiento para que no se confunda la vocación de servicio que tenemos todos los cristianos y la vocación sacerdotal, que es una vida consagrada. “El Señor llama a toda clase de personas”, acotó.

El padre Lin Antezana, con sus ocho años de experiencia en el sacerdocio y 17 en la vida religiosa, señala que para cautivar a los fieles tiene que haber un trabajo dinámico de los líderes religiosos. Él está trabajando en la parroquia de Palos Blancos, en Alto Beni, que forma parte del Vicariato de Reyes, el cual atiende tres provincias, por lo que se necesitan cada vez más sacerdotes.

Le gusta el trabajo con la gente y asegura que está dispuesto a estar donde se lo necesite. Él nació en San Buenaventura, en el norte paceño, y ha trabajado en el oriente, en el altiplano y en los valles.

Misa crismal

Monseñor Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz, presidió la celebración eucarística, en la cual se hizo la bendición de óleo, para el bautismo y para los enfermos, y la consagración del santo crisma.

Recordó a los sacerdotes que su vocación es fruto del amor fraterno de Jesús y que son llamados a anunciar la buena nueva y caminar con el pueblo como lo pide el papa Francisco. De igual manera pidió orar por los ministros de la Iglesia, para que el Señor los ilumine. 

Todos los prelados tuvieron un retiro espiritual ayer en el seminario San Lorenzo, donde reflexionaron sobre la caridad pastoral en el quehacer del sacerdote, que tuvo como disertante a monseñor Braulio Sáez. El retiro concluye al mediodía y por la noche renovaron sus promesas sacerdotales

“Soy feliz con mi sacerdocio”
Juan Crespo Gutiérrez – Sacerdote (50)  
Un comarapeño que ha dedicado su vida al servicio de Dios. Lleva 19 años de ejercicio. Cuando tenía siete años decidió ser monaguillo en la iglesia de su pueblo natal y fue desde entonces que se sintió atraído por el trabajo que realizaban los padres de su parroquia.

Trabajó como sacerdote en su pueblo durante 14 años, por lo que asegura que en él no se cumplió el dicho de que nadie es profeta en su tierra. Ahora lleva cinco en la parroquia Cristo Misionero.

“Para ser sacerdote hay que ser hombre de Dios, de Iglesia y de pueblo”, comentó. Tuvo seis hermanos, cinco hombres y una mujer, y en un principio a su papá le costó entender su opción, pero dice que el sacerdocio es lo que lo hace feliz. “Uno gana familia, gana hijos, padres, porque cuando entras a un hogar te abren las puertas como si fuera tu casa. Soy feliz en mi sacerdocio”, agregó el prelado.

    Programa de la catedral    

Día penitencial
Hoy, de 09:00 a 12:00 y de 15:00 a 21:00, habrá confesiones. El sacramento de la reconciliación o penitencia nos ofrece el perdón misericordioso de Dios padre y nos hace partícipes de la victoria de Jesús sobre el mal del pecado en nuestras vidas.

Jueves santo
A las 10:00 es la celebración pascual para ancianos, enfermos y personas con discapacidad. A las 19:00, la celebración de la cena del Señor.

Viernes santo
A las 12:00 será la meditación de las siete palabras.  A las 14:45, el desclave de Jesús. 17:00, la Pasión del Señor y a las 18:30, la procesión con el Santo Sepulcro.

Fuente: Red Uno, El Deber