Sharp lanza en España sus enormes Quattron Pro; 4K ‘simulado’ en una pantalla Full HD

A pesar de las apariencias, todavía es posible seguir exprimiendo la tecnología LCD. Con el plasma en cuerpo presente y los novísimos paneles OLED a unos precios todavía escalofriantes, las familiares pantallas de cristal líquido han vuelto a recuperar el protagonismo de antaño para mayor desaire de los amantes de la imagen. Pero esto no significa que no haya alternativas bien diferenciadas dentro de este trillado segmento. Sharp nos ofrece una de las más singulares con su nueva gama Quattron Pro UQ10, que toman esta tecnología de imagen RGBY introducida hace ya varios años y la lleva al próximo nivel multiplicando el número de subpíxeles para crear un «falso 4K» en un televisor Full HD. Los resultados, como hemos podido apreciar durante su debut en Barcelona, pueden ser sorprendentes.

Antes de comenzar a glosar las virtudes de los nuevos UQ10, es necesario echar la vista atrás y recordar qué es la tecnología de imagen Quattron. Como seguramente ya sabrás, normalmente un píxel está formado por tres subpíxeles RGB (rojo, verde y azul) a través de los cuales el televisor es capaz de cubrir el espectro cromático con mayor o menor fortuna. En el caso de los televisores Quattron, a esta matriz RGB se añade un subpíxel amarillo (Y), lo que permite mejorar de forma muy significativa los gradientes más claros, que se muestran luminosos y bien definidos, sin aplastar los colores colindantes ni generar artefactos visuales. Con la llegada de los primeros modelos Quattron Pro, además, se duplica la densidad de la matriz RBGY, ofreciendo así más del doble de subpíxeles que una pantalla LCD convencional. Puesto que cada uno de estos subpíxeles es controlado de forma independiente, Sharp puede ofrecer una pantalla Full HD capaz de simular una resolución de 1.920 x 2.160 píxeles, enlatando las líneas horizontales propias de un televisor 4K en un modelo Full HD. No es por tanto 4K puro, porque esos píxeles adicionales no son reales ni la resolución es estándar, pero la mejora visual frente a un televisor estrictamente Full HD es notable.

Durante la demostración ofrecida por Sharp en sus instalaciones de Barcelona (donde la firma japonesa desarrolla el software de sus televisores) pudimos ver cómo se mide la tecnología Quattron Pro frente al Samsung Series 9, tanto Full HD como 4K. Con todos los televisores en modo de «exhibición» (el parámetro de calibración usado normalmente en las tiendas para contrarrestar la luz de los fluorescentes y hacer que las imágenes parezcan más vivas) la nitidez extra brindada por los subpíxeles se dejaba apreciar con facilidad. Reproduciendo contenidos 4K (Sharp presume de tener los únicos televisores Full HD compatibles con fuentes de vídeo UHD sin necesidad de adaptadores) la nitidez y la suavidad de los degradados son de primera categoría. Eso sí, siempre que no pegues la nariz al televisor, porque ahí las diferencias comienzan a saltar a la vista.

Sharp Quattron Pro a la izquierda, Samsung Series 9 a la derecha. Los píxeles del modelo japonés son más grandes debido al tamaño de la pantalla, pero es evidente la diferencia en detalle a muy corta distancia (unos 20 cm).

Claramente los televisores Quattron Pro no alcanzan la nitidez de un UHDTV real reproduciendo contenido 4K nativo (como dice el refrán, de donde no hay no se puede sacar), pero esos subpíxeles extra sitúan la calidad general de la imagen por encima del típico contenido Full HD. Los paneles de Sharp también hacían gala de unos colores más sutiles que los ofrecidos por los modelos de Samsung, que tienden a sobresaturar la imagen (también es cierto que no sería nada prudente hacer comparaciones de color 1:1 sin calibrar adecuadamente todos los modelos).



Sharp, en cualquier caso, no quiere competir con los modelos 4K disponibles en el mercado, sino ofrecer televisores Full HD con «algo más». Donde de verdad brillan los nuevos UQ10 es en la reproducción de contenidos a 1080p, con una imagen mucho más nítida que la competencia, hasta el punto de que sus paneles permiten apreciar con gran claridad la compresión de una película Blu-ray en el modelo de 60 pulgadas. La diferencia frente al Series 8 de Samsung es patente, pero todavía es más impresionante si se compara con el Serie 9, que a pesar de ser un televisor 4K real exhibe una calidad de imagen francamente decepcionante con el escalado, hasta el punto de que los vídeos son mucho más nítidos y libres de artefactos en la Sharp de 70 pulgadas que en un televisor 4K de 55 pulgadas. Puede parecer algo extraño, puesto que una mayor superficie también aumenta el tamaño de los defectos y teóricamente un televisor 4K debería contar con un upscaler de calidad, pero es así: durante la demostración oficial la 60UQ10 de Sharp se mostró muy superior a la hora de reproducir vídeo Full HD al modelo 4K de Samsung. Algo a tener en cuenta si consideramos que el Full HD seguirá siendo el estándar durante mucho tiempo.

Curiosamente, las UQ10 no parecen ser televisores *para ver la tele*. A pesar de que la abundancia de subpíxeles RBGY incrementan la nitidez y mejoran los degradados hasta sacar los colores a la competencia, el trabajo que realizan con las emisiones de TV es decepcionante. Además de perder nitidez tanto en emisiones convencionales como en programas a 720p (hasta el punto de que la imagen parece ligeramente desenfocada) por algún motivo las variaciones de color entre tonalidades similares son directamente aplastadas, creando grandes manchas solidas de aspecto apastelado que llegan a emborronar rostros en primer plano.

Sus rivales de Samsung, en comparación, se muestran mucho más nítidos y fidedignos a la hora de reproducir transmisiones de TV, tanto SD como HD. Nos quedamos con la duda de si estas carencias se deben a la tecnología de los paneles Quattron Pro (parece altamente improbable) o al propio procesamiento de la imagen utilizado para trabajar con emisiones de TV. Sea como sea, parece que las Quattron Pro de Sharp son más apropiadas para disfrutar de tus películas y juegos en alta definición que para hacer zapping.

Sharp comercializará sus nuevos UQ10 en tamaños de 60, 70 y 80 pulgadas, siempre equipados con las indispensables funciones Smart TV (aplicaciones integradas, control desde dispositivos Android e iOS, transmisión de vídeo por Miracast etc.), altavoces firmados por Yamaha y elegantes acabados en metal. Sus precios serán de 2.099, 3.699 y 7.999 euros respectivamente. ¿Estabas esperando algo más pequeño y asequible? En ese caso sentimos decepcionarte; Sharp nos ha indicado que la tecnología Quattron Pro será exclusiva de sus modelos más grandes y avanzados.

Fuente: engadget.com