Burocracia sindical

GOB El incondicional alineamiento político de la Central Obrera Boliviana (COB) con el gobierno de Evo Morales confirma la conversión de su dirigencia en mera burocracia sindical.

Este concepto define a las estructuras que, lejos de representar a los trabajadores, se transforman en simples correas de transmisión del poder político. Así sucede en los países socialistas, donde las centrales obreras no pasan de ser brazos del partido oficial del régimen y tienen como principal cometido hacer cumplir las consignas estatales en los centros de producción.

No se trata, entonces, de una alianza casual lograda por el gobierno a base de prebendas, sino de una etapa imprescindible en la construcción de un ordenamiento hegemónico del país, con claros tintes totalitarios.



En ese contexto, es bueno recordar que en los citados regímenes de Estado revolucionario o gobierno ilimitado, y contra todos los discursos que afirman demagógicamente lo contrario, la suerte de la clase obrera ha desmejorado de manera sensible.

Basta observar el caso cubano, donde los trabajadores reciben los salarios más bajos de todo el continente, y donde decenas de miles de ellos son enviados a desempeñar funciones como médicos en el exterior sin poder percibir más que el 10% de sus sueldos, mientras el Estado recauda el otro 90%.

El socialismo, como bien lo señaló Friedrich Hayek, se convirtió así en un camino a la servidumbre.

Todo parece indicar que, en cambio, los trabajadores necesitan un sindicalismo libre, independiente del Estado y que juegue en el marco de una sociedad abierta…

[email protected]

(Caricatura: diario El Día)