Las comedias americanas suelen mostrarse cargadas de estereotipos y «Mujeres al ataque» mantiene esa regla. Un romance con tres vértices y en el centro el atractivo capitalista Mark King interpretado por Nikolaj Coster-Waldau, que empieza un affair con la abogado de Nueva York Carly Whitten, una espectacular Cameron Diaz, a quien no menciona su matrimonio con Kate (Leslie Mann). La película representa varios arquetipos de mujer: Diaz es la inteligente y fría, Leslie la esposa despistada y olvidada y Kate Upton la joven con curvas y poca inteligencia.
«Probablemente tengas razón (se ríe Cameron al contestar), pero lo mejor es que hay que ver la película para entender que no es así. Kate es lo mejor del filme, detrás de esos pechos hay una mujer increíble (risas). Es una mujer con un físico espectacular, pero además se ha hecho a sí misma. Es inteligente, divertida, observadora, analítica, rápida como una bala, Dios la bendiga porque es increíble», confiesa Diaz. La modelo de curvas portentosas Kate Upton debuta con este filme, pero en Hollywood ya la equiparan a Jean Harlow y Marilyn Monroe: «Me parece una locura maravillosa que me comparen a esas actrices. Ellas son bellas y fuertes. Mujeres que ejercieron una gran influencia. Yo espero poder aprender de sus errores y no ser solo una fachada. Sé que mucha personas creen que Marilyn era una mujer fuerte y de gran influencia, pero en realidad tenía un lado muy oscuro en el que yo no quiero caer», explica Upton.
Cuando los personajes de Diaz y Mann se unen descubren a Kate y las tres organizan su venganza: «No hice este filme para mandar un mensaje (se ríe). Mi mensaje sería que no estoy interesada en películas sobre hombres que engañan a las mujeres. Es una conversación gastada. Todo el mundo ha sido engañado, no puedo arreglar eso, ni voy a juzgar a nadie porque no se cómo arreglar ese jodido problema. Somos humanos, somos complicados, no puedes pasearte por la vida sin alguna cicatriz, es imposible vivir sin marcas. Es lo que hay, mejor aceptarlo. Cada uno que aprenda de sus lecciones, decida lo mejor para su camino y siga adelante», dice Cameron un poco a la defensiva mientras habla de su propia experiencia con la traición.
«Mi personaje no tiene vergüenza»
Lo mejor de «No hay dos sin tres» es que el director, Nick Cassavetes, no siente debilidad por ninguna de las mujeres y las trata a las tres por igual: «Lo más importante en este filme es la amistad que surge de las protagonistas, creo que las mujeres haríamos bien en dejar de ser tan competitivas entre nosotras», asegura Leslie Mann. Por su parte Kate Upton confiesa estar un poquito harta del topicazo de ser una rubia de grandes pechos y poco cerebro: «Cuando hicieron el casting buscaban una actriz que encajara en ese ideal porque así estaba escrito en el guión. No es algo contra lo que luche, cada uno cree lo que quiere creer y yo escojo seguir viviendo mi vida como quiero, sin dejar que los juicios ajenos me afecten».
Y frente a las tres el seductor actor escandinavo Nikolaj Coster-Waldau, un hombre que se ha convertido en el secreto mejor guardado de Dinamarca: «Claramente mi personaje no tiene vergüenza. Sin duda a cierto nivel entiende a estas mujeres. Las ofrece un sueño que no es real, pero que ellas quieren pensar que lo es. Es un tipo encantador, muy bueno a la hora de encandilar a cualquier mujer, un profesional del romance, un seductor. Saber que tienes éxito con las mujeres ayuda a la hora del sexo».
Fuente: www.abc.es