Los menonitas llegan con sus productos a calles de La Paz

Religión. Harden y Susana cuentan sobre su vida sin la tecnología.

imageVenta. Ubicados en las calles del centro paceño, los menonitas ofrecen sus productos y despiertan la curiosidad de la gente. Alejandra Rocabado.

La Razón / La Paz



Queso fundido, mantequilla de maní, dulce de leche, mermelada y galletas de trigo, todos elaborados a mano y de manera natural, son los productos que cuatro menonitas venden en las calles paceñas para incursionar de a poco en el mercado.

“Hacemos todo a mano porque nuestra religión no nos permite utilizar la tecnología. Los celulares, radio, televisión e internet no son imprescindibles. Hasta nuestra ropa es hecha por nosotros”, contó Gerardo Harden de 30 años, menonita de la colonia de Charagua de Santa Cruz.

Harden, junto a su esposa e hijo y una pareja de 50 años de su colonia, visitó La Paz por quinta vez para vender sus productos y expandir el mercado menonita.

“Nosotros vendemos en Santa Cruz hace siete años y algunas personas que venían desde La Paz preguntaron por qué no vendíamos acá; por eso decidimos viajar y vemos que aquí el negocio es mucho mejor, y ahora venimos cada dos semanas”, dijo Harden.

Religión. “No me gusta la tecnología, acá usan celulares y computadoras desde temprana edad; si nosotros hacemos eso, los ministros (autoridades) se molestan y pueden expulsarnos de la colonia. Pero al compartir en casa con la familia podemos vivir tranquilos sin esas distracciones”, expresó la menonita Susana Bergen de 31 años, esposa de Harden.

Ellos coinciden en que alguna vez sintieron la necesidad de usar un celular para que los contacten, pero por respeto a su religión trabajan como se lo hacía en el siglo XVI. “Nos levantamos a las cinco de la mañana, ordeñamos las vacas, sembramos, cosechamos y cocinamos todo de manera natural y es lo que le gusta a la gente de nuestra colonia”, afirmó Harden. 

Para los transeúntes, el trabajo de los menonitas resulta atractivo. “Es la primera vez que los veo, compré sus productos porque los fabrican de forma artesanal y muchos estamos cansados de tantos químicos y transgénicos”, dijo Jaime Ramírez, diseñador.

“Me parece interesante verlos acá, dan ganas de probar sus productos porque son más naturales y puros, algo diferente a lo que estamos acostumbrados”, expresó la enfermera Leonor Valencia.