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Hace 18 años José Leonor Morales García (41) "colgó" los hábitos para dedicarse de íntegro a la carrera de Derecho. Sus deseos de conformar una familia lo impulsaron a abandonar la vida sacerdotal. Hoy ejerce funciones como fiscal en la Villa 1ro de Mayo, donde todas las mañanas acude a su oficina pedaleando en su bicicleta montañera.
¿Cuándo se formó en la carrera fiscal?
J.M.: Yo fui fiscal desde junio de 2013, estudié Derecho el año 1999 y a partir de ese momento quienes empezamos esta carrera tenemos aspiraciones de ser fiscales. Yo entré como fiscal no a razón de política, sino a invitación de la fiscal de Distrito Marina Flores, a quien conocía desde 1998, cuando trabajábamos en el DNI (Defensa del Niño Internacional). Ese día en la Fiscalía, la doctora Flores me preguntó a qué me dedicaba, yo le dije que al trabajo libre como abogado y así empezó todo.
¿Qué le impulso a dejar la vida sacerdotal para dedicarse a la carrera fiscal?
J.M.: Son situaciones difíciles de explicar, pero uno de joven quiere ser todo y siempre anhelé inclinarme por la carrera sacerdotal, pero uno quiere abrirse más a la vida y aquello no era posible. Yo quería formar una familia, mi hogar era un derecho como hombre, conversé con la Iglesia y tomé la decisión de alejarme de ella. Luego formé mi hogar y hoy tengo cuatro hijos con mi esposa.
¿Alguna vez le insinuaron darle dinero para cambiar una imputación?
J.M.: Yo creo que ningún fiscal está libre de la tentación de recibir dinero. Lamentablemente los abogados aveces son los primeros que le dicen al litigante que no se preocupe, que voy a arreglar esto con el fiscal, el juez o el policía, económicamente pero va a costar cierta cantidad. Incluso piden mucho dinero a nombre de autoridades. A mí han venido a ofrecer varias veces dinero, pero me interesa cumplir mi trabajo, apegarme a la ley. Si todo tendría que resolverse economicamente ya no se necesitaría fiscales ni jueces. No tendría sentido haber jurado defender el derecho y la justicia. La recomendación que me dio la fiscal Marina Flores es que no me corrompa.
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¿Cree que el Ministerio Público de hoy ha cambiado con respecto a años anteriores?
J.M.: Desde que ingresó el fiscal general Ramiro Guerrero, la misión ha sido recuperar la confianza y yo veo a través de nuestra fiscal departamental que se está haciendo. Hemos iniciado procesos de saneamiento para no tener carga laboral, que se tenga más tiempo para estudiar los casos y tener una buena defensa.
¿Sus colegas y policías se sorprenden de verlo llegar cada mañana en su bicicleta? ¿Por qué ese transporte y no un auto?
J.M.: Bueno porque no tengo posibilidad económica para comprarme un auto, cuando estudiaba Derecho tenía un auto que saqué a crédito para trabajar de taxista y poder sacar mis títulos, pero tuve que venderlo y me compré la bici. No he podido comprarme auto porque no me alcanza, así que debo que usar lo que tengo.
Tengo que pagar deudas y lo primero para mí es tener mi casa, por la cual tengo un año más de deudas, después necesitaré un auto.
¿La bicicleta (foto) guarda un recuerdo especial?
J.M.: Para mí tiene un recuerdo especial (sonríe), me la compré con mi primer sueldo de sacerdote en la iglesia Católica y de docente de la Universidad Católica Boliviana en la materia Filosofía Latinoamericana. La compré en 250 dólares, eso fue en 1993. Usted verá que la he adaptado, le hice soldar otro volante porque ahí llevaba a mis hijos a la escuela.
¿Como fiscal ha sido presionado en algún caso especial?
J.M.: No he tenido gracias a Dios ninguna presión, seguramente por mi corto tiempo. No me he sentido presionado sino exigido de que un caso se pueda investigar de forma transparente.
¿En su carrera de fiscal ha pasado momentos desagradables?
J.M.: He tenido varias denuncias e incluso estoy en tres procesos disciplinarios por corrupción. Pero me parecen injustas porque a veces los abogados quieren que hagamos lo que ellos quieren y buscan influencias políticas. Al mes de mi ingreso en el Ministerio Público una fiscal (se reservó el nombre) me hizo una mala jugada. Resolvió un caso mío y por eso estoy en proceso disciplinario, se aprovechó que yo era nuevo. Y ahí creo que hubo plata porque a mí me ofrecieron 3 mil dólares para que dicte un cese de arresto a un señor de mucho dinero que construye edificios, por el cual vi muchos indicios en su contra y decidí aprehenderlo y después, al día siguiente, vinieron a ofrecerme dinero que no acepté y más al contrario los amenacé con arrestarlos. Ese día la fiscal colega que era coordinadora me envió a un operativo con la Alcaldía y ella resolvió mi caso por el cual ahora enfrento un proceso interno.
¿Qué opina su familia de su trabajo?
J.M.: Tengo gracias a Dios una familia comprensible. La verdad que ser fiscal es un trabajo permanente que requiere más de 15 horas.
El perfil
José Morales García
Exsacerdote Y Abogado
Ciudad natal: Vallegrande
Cumpleaños: 1 de julio de 1964
Hijos: Cuatro
Estudios: Licenciado en Teología y Filosofía. Egresado de Derecho.
Pasatiempos: El ajedrez y ciclismo.
Comida favorita: El picante de gallina
Libros: Gabriel García Márquez y Enrique Dussel, Filosofía de la liberación latinoamericana
Música: Vallegrande, Los kaluyos. En especial La ovejerita.
Fuente: Red Uno, El Día