Tras el escándalo, la conductora del programa “Zona pública” regresó a la televisión recientemente, prepara junto a sus abogados un proyecto de ley contra la pornografía no consentida.
«COMO TODO SER HUMANO, ME CAIGO Y ME LEVANTO»
PAOLA BELMONTE, CONDUCTORA DE ZONA PÚBLICA.
La Prensa, La Paz
La comunicadora, quien regresó a la televisión recientemente, prepara un proyecto de ley contra la pornografía no consentida.
Una dura y difícil etapa fue la que vivió, y aún vive, Paola Belmonte, quien después de alejarse del programa televisivo Zona Pública en noviembre del año pasado, regresó a las pantallas para continuar el trabajo que desempeña habitualmente.
Después de un tiempo de «reconstrucción», como define, la productora y conductora de radio y televisión refirió que actualmente redacta, con sus abogados, un proyecto de ley en contra de la pornografía no consentida. Aseguró que encara el futuro con otra perspectiva.
¿Cómo se siente luego de haber vuelto a Zona Pública?
Volver a las pantallas es armarse de valor, me puse el chaleco antibalas hace tiempo para salir adelante. Enfrentar nuevamente la crítica, la intolerancia, la doble moral y el machismo. Retorno a la televisión porque estoy en todo el derecho de ejercer mi profesión. No consideraba justo renunciar a mi trabajo ante un linchamiento en las redes sociales por un ataque del ejército teclado, que se esconde detrás de un ordenador y no quiere dar la cara.
¿Ésta es una nueva etapa?
Claro que sí, de todos los problemas se aprende, de lo malo siempre se busca obtener algo bueno. Después de una crisis, ya sea familiar o personal, uno aprende a encarar el futuro con otros ojos.
¿Qué es lo que aprendió?
Me enseñó que vivimos en una sociedad totalmente hipócrita, en una sociedad que no tolera que una mujer haga lo que un hombre hace, que el discurso es de doble moral. Nos rasgamos las vestiduras ante cosas que para un hombre son normales. Esta sociedad es violenta. El simple hecho de nacer mujer te hace ser el centro de la violencia en todas sus formas.
¿La experiencia la convirtió en una intercesora por la mujer?
He luchado y estoy luchando contra la discriminación, contra el machismo, contra la violencia hacia la mujer. El lugar de la mujer es al frente y no, como nos quieren devaluar y que te avergüences de tus errores. Como todo ser humano, me caigo y me levanto.
¿Con qué actitud responde Paola Belmonte a la violencia contra la mujer?
Le respondo con valentía, no me van a destruir luego de haber violado mi intimidad, después de haberme sometido a una violencia psicológica increíble. Vamos a presentar un proyecto de ley, con iniciativa de mis abogados, entre ellos el doctor Ariel Agramont, quien redactó un proyecto que lo vamos a presentar en los próximos días. Estamos viendo un nombre. Podría ser pornografía no consentida o pornografía ilegal, con el objetivo de evitar que mujeres, hombres, menores de edad, adultos o quien fuera, sufra lo que hemos sufrido miles de personas en el país y el mundo.
¿Quiénes apoyan esta iniciativa?
Lo hemos conversado con varias víctimas de este mismo delito, que las hay todos los días y en una gran mayoría son mujeres. Las víctimas se han reunido de forma espontánea. Salió a luz mi caso y empezaron a llamarme y contactarse con los abogados. El reunir la vivencia de cada una de las víctimas llevó al doctor Agramont a redactar ese proyecto.
En las redes sociales se ha comentado mucho que Zona Pública se mete en la vida íntima de las personas. A partir de ello, ¿han pensado cambiar el formato del programa?
Zona Pública siempre ha sido una revista de espectáculo y farándula: periodismo de espectáculo y farándula. Nosotros nunca hemos publicado nada que el entrevistado no haya querido. Si la gente quiere imaginarse otra cosa, eso es problema de la gente. Nosotros no vamos a cambiar eso de ninguna manera. Nunca nos hemos metido en la vida privada de nadie. Tal vez sí nos involucramos con la intimidad de los personajes, hasta donde ellos han querido compartir con nosotros y eso es todo.
8 meses, desde noviembre de 2013, Paola Belmonte estuvo alejada de los medios de comunicación.