El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Wilfredo Ovando, representante de Evo Morales y quien parece llevar la voz cantante en el organismo rector de los comicios, adelantó una cerrada negativa a entregarle el Padrón biométrico “a los partidos”, lo que en realidad debe leerse “a los partidos… de oposición”.Si tenemos en cuenta que Ovando llegó incluso a hacer campaña proselitista junto a Morales en la anterior votación presidencial, en pleno bastión cocalero del Chapare, salta la duda de si el citado registro electoral no será entregado selectivamente solo a los candidatos del oficialismo. Y es que el Padrón tiene un doble valor estratégico: 1) como herramienta organizacional de la campaña, ofreciendo parámetros geográficos, demográficos e identitarios, y 2) como instrumento de control electoral el “Día D”, en cuya ausencia aumenta sobremanera la incertidumbre sobre la transparencia del sufragio.Cabe preguntarse, si el 2009 se realizaron no una sino dos auditorías al Padrón a cargo de organismos internacionales, por qué ahora se cierne un manto de hermetismo sobre esa base de datos.¿Cuál es el misterio del Padrón Invisible?[email protected]