Kurt Reintsch dice que “es víctima de una injusticia” en el caso San Luis

El presidente de The Strongest manifestó que busca pagar las deudas de club con la Cooperativa y que los afectados no los aceptan. La abogada de los ahorristas dijo que él miente y que las únicas víctimas son las personas que perdieron sus fondos.

Kurt Reintsch guarda detención preventiva en Palmasola desde donde debe defenderse. Foto:RV.



“No he tenido ninguna participación  en el tema administrativo de la cooperativa San Luis, por lo tanto no puedo recomponer ninguna quiebra”, dijo  el presidente de The Strongest, Kurt Reintsch, al programa Super Deportivo,  luego de que fue citado para declarar en La Paz por la quiebra de la Cooperativa San Luis.

“La institución como tal tenía deudas anteriores las cuales he subrogado y he pagado con acciones del complejo y las cuales la gente de Santa Cruz no las acepta, por lo tanto es una total y completa injusticia lo que me están haciendo”, aseguró Reintsch.

La abogada del Comité de Liquidación de Socios de la Cooperativa San Luis, María Isabel Carrasco, dijo que  Kurt Reintsch tuvo  participación en el desplazamiento del patrimonio de la Cooperativa San Luis que fue a parar al club The Strongest. Reintsch, en su calidad de presidente del club, heredó también deudas de anteriores gestiones y deben un total de 10 millones de dólares.

“Las propiedades en La Paz que ofrece Reintsch no les sirve para nada a los afectados en Santa Cruz, es mentira que sea la víctima. Las victimas son los ahorristas y con el dinero que sacaron de la Cooperativa ampliaron las instalaciones del  The Strongest, manifestó la abogada.

El presidente del Tigre está acusado de estafa agravada y asociación delictuosa con victimas múltiples y guarda detención preventiva en la  PC-4 de la cárcel de Palmasola, desde donde debe asumir su defensa.

A su vez, el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), anunció que se embargarán los bienes del club deportivo por deudas tributarias de gestiones pasadas que ascienden a 12 millones de bolivianos.

Fuente: El Deber