Los escenarios de distribución de escaños en el Senado

Elecciones en Bolivia.

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La Razón Digital / Armando Ortuño Y.



Ilustración

En las elecciones del 12 de octubre no solo se elegirá al Presidente y Vicepresidente del Estado, sino también a 36 senadores y 130 diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional, una de las grandes cuestiones pre-electorales tiene que ver con la nueva distribución de ese cuerpo y más específicamente sobre la capacidad del MAS de mantener su mayoría calificada de dos tercios.

Una vez obtenidos los resultados de la votación, la distribución de los cuatro escaños senatoriales por departamento se realiza mediante la aplicación de una formula proporcional, que se denomina de “divisores naturales”.De manera simplificada, esta repartición depende de dos factores: el número de votos que consigue cada uno de los partidos y el grado de fragmentación de esta votación. Hay un sesgo mayoritario en este método, pues si hay un partido que obtiene algo más del 65% de votos y el resto de la votación está muy dividida, puede adjudicarse los cuatro senadores del departamento.

En la elección legislativa de 2009, el logro de los dos tercios del MAS no solo se debió a su buen nivel de votación (64% a escala nacional) sino también a que en varios distritos (La Paz, Potosí y Oruro) ningún partido logró aglutinar la mayor parte del voto opositor, de manera que el MAS pudo adjudicarse los cuatro senadores con votaciones de alrededor del 70%.

¿Cuáles podrían ser los escenarios de composición del Senado en este año a la luz de los resultados de las encuestas? Hay que tomar siempre en cuenta el alto error muestral de las intenciones de voto departamentales y hay que ser prudentes y no sacar conclusiones absolutas. En esta oportunidad, se ha trabajado con un promedio de los resultados de dos encuestas recientes de IPSOS, de julio y agosto, para atenuar en algo la variabilidad de los datos.

Por otra parte, se ha preferido construir dos escenarios de distribución de escaños en el Senado. El primero, en el que se asume que los votos de los indecisos (17%) se reparten proporcionalmente según los porcentajes que la intención de voto nos indica para cada partido, esta opción tiende a favorecer al MAS que ha mostrado preferencias más consolidadas. En el segundo escenario, se ha supuesto, a partir de un análisis de las encuestas y delas tendencias históricas, que una proporción importante de los indecisos serían electores favorables a la oposición, por tanto se ha asumido que entre un 50% a 75% de estas personas votarían finalmente por algún candidatos opositor. Hay, en síntesis, un escenario más favorable al MAS y otro más positivo para la oposición.

Los resultados del ejercicio son interesantes: (i) en ambos escenarios aparece como poco probable que la oposición logre los 13 senadores que podrían impedir los dos tercios senatoriales del MAS, en el mejor escenario opositor lograrían 11, uno más que los que tienen en la actualidad, (ii) en el mejor escenario para el MAS, este partido ampliaría su mayoría de 26 a 29-30 senadores, (iii) en ambas opciones el MAS lograría tres senadores en Santa Cruz y Pando, (iv) si la oposición evita una gran fragmentación de voto no solo podría preservar sus senadores en Tarija y Chuquisaca, sino incluso podría aspirar a ganar representantes en Oruro, La Paz y Potosí, y (v) el mejor escenario opositor depende de su capacidad de movilizar a su electorado tradicional y de que estos votantes tiendan a concentrar su voto en una sola opción. No está demás recalcar que todas estas estimaciones no son oficiales, están sujetas a cambios diversos y son apenas ejercicios hipotéticos para estimular el debate acerca de los retos de las campañas electorales hasta el 12 de octubre.