«El deseo de la Virgen María es que entre los países tengamos buenas relaciones, que no pensemos mal de los que pertenecen a un partido o a otro partido, porque por encima de los partidos, todos somos hijos de la madre», afirmó en su Homilía.
La Razón Digital / AFP / La Paz y Quillacollo
Quillacollo, Cochabamba: La imagen de la Virgen de Urkupiña llega al santuario del cerro de Cota seguida de una caravana interminable, ayer. Foto Los Tiempos.
En la Misa que celebró este domingo en la Parroquia de San Ildefonso, que alberga la imagen de la «Virgencita de Urcupiña», el Arzobispo de Cochabamba Monseñor, Tito Solari afirmó que la fe a la Patrona de Cochabamba, está por encima de los partidos políticos.
En su homilía, Monseñor Tito Solari reflexionó en torno a las virtudes de la Virgen María, representada en la «mamita de Urcupiña» que nos muestra que el amor por Dios y por el prójimo.
«El deseo más grande de las madres es que los hijos se quieran, pues nuestra madre la Virgen María tiene este deseo, quiere que entre los países tengamos buenas relaciones, que no pensemos mal de un países o de los otros países, que no pensemos mal de los que pertenece a un partido o a otro partido, porque por encima de los partidos, todos somos hijos de la madre, que no pensemos mal de los que están en el campo los que viven en la ciudad, que sentamos todos la obligación de ser auténticos hijos de nuestra madre», sostuvo.
En ese sentido exhortó no sólo a los devotos de la Virgen de Urcupiña, sino a la población, ser capaces de reconciliarse con el prójimo.
«No podemos estar delante del señor o delante de María con sentimientos de animadversión con nuestros hermanos. Nuestro padre y nuestra madre decía ¿qué están haciendo aquí, estás haciendo una farsa? Si tú me quieres, tienes que querer a tu hermano yo quiero que tu ames a tu hermano que tú te reconcilies con él», afirmó.
«La relación con nuestra madre, con la virgen de Urkupiña nos invita a tener una vida transparente, una vida sincera, una vida llevada en la verdad, dejando a un lado las mentiras, dejando a un lado engaños, dejando a un lado intereses, aprovechamientos. En nuestra vida en nuestra actividad tenemos que tener una vida transparente», añadió Monseñor.
Monseñor ponderó la fe de los devotos de la patrona de Cochabamba «una fe que mueve no digo montañas, pero si miles y miles de fieles. ¿Qué hace que tantos fieles el 15 y 16 vengan a visitar a la Virgen de Urcupiña? ¿Qué hace que ustedes estén temprano a los pies de la Virgen de Urcupiña? es ese vínculo de fe que tenemos con nuestra madre la Virgen María, es un vínculo increíble».
Finalmente afirmó al salir del santuario hay que hacerlo con dos compromisos: el sentimiento filial de ser hijos de María y de sentir en nuestra conciencia esa luz que viene de ella de sus ojos puros, de sus ojos llenos de amor, para que salgamos nosotros con la conciencia limpia, sin mentiras, sin engaños, sin violencia en el corazón, sino con el corazón abierto y sereno».