Manfredo Kempff Suárez
Si solo quedan tres semanas para las elecciones generales y las encuestas se han quedado congeladas con una irrebatible mayoría del Movimiento Al Socialismo (MAS), lo mejor es no mirar encuestas –ni creer en ellas– y dar pelea aunque sea a mordiscos. Si luego de tres sondeos de Mori, otro de Ipsos y uno más que no recordamos, S.E. sigue en torno al 50% y Samuel Doria Medina no pasa del 15%, resulta ocioso pretender incomodar al oficialismo. A estas alturas pensamos que algo se puede hacer todavía si Jorge Tuto Quiroga suma su lanza a la de Doria Medina.Tuto sube en las encuestas, es cierto, pero su ascenso, aunque sacrificado, es inútil y tardío. Por otra parte Samuel, después de dos semanas de vapuleo mediático azuzado por el MAS y hasta por el propio Partido Demócrata Cristiano, se ha quedado estático. De los ‘sin miedo’ mejor ni hablar. Fue la sordera de no querer oír nunca que la dispersión llevaría al peor de los fracasos. Y los tres candidatos opositores hablan hasta hoy de unidad, pero cada uno quiere ser la cabeza. Todo esto en vez de pensar que el MAS tiene la sartén por el mango y que si no fuera así, en Bolivia no habría elecciones. Porque el MAS nunca convocará elecciones para perder el poder. Destrozará la Constitución Política del Estado antes de hacerlo.¿Acaso no lo ha dicho S.E. públicamente? ¿Qué hacer entonces? Salvar algunas pilchas del incendio. Librar del fuego lo de mayor valor para que la pérdida no sea total. Hay que proteger con uñas y dientes lo que se pueda para volver a construir sobre la quemazón. En buen romance: la oposición requiere de parlamentarios, gobernadores y alcaldes, si no está decidida a desaparecer. Justamente, muy pronto llegarán las elecciones para gobernadores y munícipes. Vendrán al mes siguiente de que S.E. inaugure su tercer periodo fullero, es decir, en plena euforia de ‘bartolinas’, ‘ponchos rojos’, ‘satucos’, ‘juqueadores’, cocaleros, contrabandistas, cooperativistas y ladrones de tierras. ¿Y Tuto queriéndole quitar votos a Samuel? ¿Pegándose codazos entre ambos?Como nunca Bolivia ha estado tan indiferente en unas elecciones presidenciales. Más que indiferencia se trata de miedo a S.E. No recuerdo, por ejemplo, a Santa Cruz más sumisa y resignada que hoy. Se agasaja a los poderosos de turno, se los adula, y no se les reclama nada. Ni frente a las dictaduras se tembló tanto como hoy. A cogotazos, engaños u ofensas, el MAS se ha impuesto, y como decíamos en una nota anterior, eso significará la pérdida de la democracia y del país.El Deber – Santa Cruz