Mezclando agua con aceite, al referirse tanto al juicio persecutorio que su gobierno impulsa contra los magistrados del Tribunal Constitucional como a la trágica muerte del bebé Alexander, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que la justicia boliviana “está podrida” y es “una monstruosidad”.Los dichos del segundo mandatario merecen dos observaciones:1) Evidentemente, se busca generar animadversión hacia los jueces del TCP manipulando emociones con el caso de Alexander, con el que no tienen nada que ver.2) Sorprende la desvergüenza con que el vice habla de la justicia, siendo que desde hace casi una década es manejada por su gobierno que incurre en permanentes acciones de injerencia, hecho alertado incluso por Naciones Unidas.Si la justicia es, efectivamente, “una monstruosidad”, lo es en gran medida por la acción y omisión del régimen evista, que en sus nueve años de gestión ha multiplicado a la enésima potencia los vicios en la administración de justicia.Por otra parte, García Linera debería tomar nota y aplicar lo sugerido por el Defensor del Pueblo, en sentido de que el caso Alexander no debe ser politizado…[email protected]