Maggy Talavera
En mayo del presente año, una denuncia formal fue presentada por el alcalde de San José de Chiquitos ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) contra dirigentes del MAS en ese municipio, acusados de acarrear campesinos desde otras localidades hasta ese lugar para habilitarlos como electores. La denuncia tenía como respaldo pruebas, entre las que sobresalían fotografías y videos que registraron a grupos de campesinos siendo trasladados a casas de militantes masistas, en las que se veían, incluso, vehículos del TSE.La denuncia quedó en nada. El alcalde Germaín Caballero asegura que nunca tuvo una respuesta del TSE, y la pregunta obligada es ¿por qué? Al alcalde josesano no le queda duda: para él, así como para quienes respaldaron su denuncia, hubo sometimiento del TSE a la voluntad del partido del Gobierno, cuyo objetivo -siempre según las denuncias- era mejorar sustancialmente su votación en San José, algo que logró en los hechos. En 2005, el MAS obtuvo allí 480 votos; en 2010, 1.532; en 2009, 2.180; y en 2014, 2.774.Bien podría deducirse que todo obedece a un natural ascenso que acompaña al que ha logrado el MAS en nueve años de gobierno, y también como resultado del crecimiento del Padrón Electoral. El problema está en que los hechos denunciados en mayo se han vuelto a repetir en noviembre, ante una nueva campaña de registro de electores.Esta vez, la denuncia está respaldada en pruebas adicionales entre las que se incluyen dos audios que registran las voces de los dos principales dirigentes del MAS en San José y el registro del hallazgo de equipos del Sereci en el domicilio de un militante del MAS.En los audios se escuchan voces atribuidas al jefe y al subjefe del MAS en San José, Remigio Lizarazu Tenorio y Máximo Montaño, detallando la estrategia para trasladar a campesinos e inscribirlos en notarías del lugar. Lizarazu llega a especificar su meta: la inscripción de al menos 3.000 o 4.000 campesinos y pide para ello, a quienes le escuchan en la reunión, que pongan a disposición al menos cinco vehículos, para evitar recurrir a vehículos oficiales.Comparto el enlace de la nota con la transcripción del audio atribuido a Lizarazu, por ser muy reveladora de la estrategia puesta en marcha para «trabajar sobre el Padrón”, «como terroristas”, según las propias palabras del dirigente del MAS.Allí también se detalla la denuncia de Caballero sobre un equipo móvil del Sereci encontrado en casa del dirigente masista Adrián Escalera, «donde ocultan a campesinos traídos de Potosí, Oruro, Cochabamba y otros departamentos”. Según Escalera, sólo les estaba dando el almuerzo a los funcionarios del Sereci, porque no tendrían dinero ni dónde comer.Horas después de esta última denuncia, el responsable del Sereci en Santa Cruz llegó a San José de Chiquitos, pero no se comunicó con las autoridades municipales del lugar. Es posible que haya dispuesto el retiro de los equipos móviles de empadronamiento, pero eso no es garantía de que no habrá registro de «acarreados”, dice Caballero al advertir la fácil manipulación de datos: «El equipo del Sereci puede estar en San Julián, en la plaza, y desde allí registrar a campesinos como si estuviera en San José”.La respuesta del Sereci Santa Cruz ha sido sentar denuncia en el Ministerio Público contra los delitos de acarreo y obstaculización al proceso de empadronamiento, pero sin atender el reclamo formal del gobierno municipal de San José. El TSE continúa sin pronunciarse al respecto.Si persiste en este silencio, sólo estará dando lugar a que se confirme la sospecha generalizada de que no actúa con independencia. Ojalá se aclare todo antes del cierre de inscripción y no haya que esperar hasta marzo para confirmar la denuncia a través de lo que diga el Padrón Electoral de San José, que ya creció 60% en 10 años: de alrededor de 6.000 en 2004, a más de 9.700 en 2014.Página Siete – La Paz