El Inca Evo I

Susana Selemeseleme1) El 21 de enero dio la imagen de que estábamos coronando a un emperador… ¿Qué dice?Fue la entronización del autócrata, convertido en Inca Evo I, como los del  imperio incaico que arrasaron a los aymaras. Si para tal coronación sus aduladores manosean la esencia de las culturas indígenas andinas, no importa, “le meten nomás” como dice y hace el caudillo, quien, entre otras ilegalidades, ostenta la de este su tercer mandato inconstitucional.  Mucha pompa, fanfarria, dinero a borbotones, despilfarro, bordados y cetros de oro que hieren la condición de pobreza de millones de bolivianas/os. Vi en internet una comparación entre la vestimenta y la ornamentación lucidas por Morales, con las que usaba Muamar el Gadafi en Libia. Claro que Gadafi era dictador de un país muy rico productor de petróleo, que no es el caso de Bolivia, aunque ni ricos ni menos ricos tienen derecho a malgastar dineros del erario público. En todo caso, ¿será que el “socialismo comunitario” del Vice, propugna tal disparate?2) ¿El del presidente es un caso  del culto a la personalidad del líder, en este caso indígena?Recurro a la socióloga Silvia Rivera, intelectual reconocida dentro y fuera del país, por su estudios sobre el pueblo aymara. Ella apunta que en Evo Morales “No hay nada de indígena en su forma de ser, ni de percibir. Ni siquiera habla un idioma indígena. Es un recurso retórico decir que es indígena”. En otras palabras,  “el proceso de cambio” instaló en el imaginario colectivo el culto al líder indígena-originario-campesino, amparado en unos movimientos sociales manipulados por el propio Morales y una plantilla de operadores de diverso rango y pelambre, vía la prebenda y el halago. Es un caso típico de narcicismo político que concentra  todos los poderes y ejecuta un proyecto político que se cree perpetuo, es decir “para toda la vida” según afirma el mismo. Para ello ha ‘modelado’ la historia pasada y presente según las conveniencias de su proyecto de poder autoritario, sobre la base del culto a su persona.3) En Tiwanaku, Morales proclamó su aspiración al “liderazgo planetario”. ¿Qué opina?Si ha construido su poder personalista apoyado en aquella trilogía, ya es hora de desmitificar la leyenda, como señala Rivera y como lo demuestra la historia de estos 9 años frente a los indígenas de Bolivia. Nunca estará demás recordar Chaparina y la forma brutal en que Morales y sus hombres reprimieron a los pueblos del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) porque se oponían a la famosa carretera que violará su hábitat. ¿A qué “liderazgo planetario” se refiere? ¿Al de los campesinos cocaleros, la escala más baja de la cadena capitalista coca-cocaína global? Ellos son  proveedores de la materia prima para la elaboración de la droga, y en Bolivia pretenden expandir su ilegal frontera agrícola a costa de los indígenas de esas tierras bajas.4) ¿Qué piensa de la omisión que hizo el presidente en sus discursos sobre  la drástica disminución del precio de petróleo, que esta semana cerró a $us 47?Nada extraño, si anduvo y anda obnubilado con su entronización del pasado 21 de enero. Cree que Bolivia está blindada, sin que nadie sepa las razones de tal blindaje. Morales no se da cuenta que el tiempo de las vacas flacas ya llegó y que no habrá reservas internacionales que sostengan su burocracia improductiva, su dispendiosa e impostora propaganda, su aparato represivo político-judicial-policial, amén del militar, sin haber creado en 9 años industrias ni trabajo productivos a largo plazo. Puede  echar mano de la poderosa economía ilegal -narcotráfico y contrabando-  para seguir en su reproducción del poder a costa de la institucionalidad democrática, los Derechos Humanos y la pluralidad política. Pero aquí y en todo el planeta tierra, sigue siendo válida la sentencia de que la economía es la determinante en última instancia, aunque los que se dicen marxistas en Bolivia,  no lo crean.El Día – Santa Cruz