La seguridad es el debate

Emilio Martínez*Captura5Aunque las dimensiones del problema asusten hasta el punto de hacerlo parecer falsamente irresoluble, y esto lleve a muchos a opinar que las distintas propuestas en el tema son inútiles, lo cierto es que el debate sobre la inseguridad ciudadana en Santa Cruz tiene que ser afrontado como prioritario.Es el principal problema de los cruceños y en la presente campaña municipal está imponiéndose sobre la tradicional agenda del pavimento, convirtiéndose en elemento central para los candidatos.En este marco, lo que el debate debería enfocar es la experticia: ¿son credenciales creíbles para el abordaje de la inseguridad la fabricación de cerveza, la destrucción de universidades públicas o los negociados con parques y jardines, o se necesita otro perfil de candidatos?Sobre la factibilidad de resolver, reducir o contener el problema, la experiencia internacional muestra que sí es posible hacer cambios significativos en la lucha contra la delincuencia.El caso más relevante es el del ex alcalde neoyorquino Rudolph Giuliani, que logró en pocos años una drástica reducción en los indicadores de inseguridad de la Gran Manzana en base a su famosa política de “tolerancia cero”. ¿Por qué no puede Santa Cruz tener su Giuliani?Otros ángulos que podrían ser fructíferos para el debate son la seguridad como plataforma para la profundización autonómica, en este caso del gobierno municipal; y la seguridad como tema transversal que tiene efectos sobre distintas áreas, desde la economía (una ciudad segura atrae más turistas e inversiones) hasta la educación (cuánto afecta al rendimiento de los alumnos la venta de marihuana en las escuelas).Como bien dijo Mariano Rajoy a raíz de los trágicos sucesos de París, “la seguridad es un derecho fundamental de las personas”.No esquivemos este debate esencial.*Analista político