El inquietante regreso de Sarah Ferguson y por qué todavía no ha vuelto a casarse con el príncipe Andrés

  • La han sorprendido engañando a su marido o vendiendo a un falso jeque su conexión con la familia real británica.
  • Ha protagonizado ‘realities’, escrito libros infantiles y promocionado productos para adelgazar.
  • Se ha arruinado, se ha recuperado y se ha vuelto a arruinar.
  • Sarah Ferguson vuelve veinticinco kilos más delgada, con un nuevo plan empresarial en Estados Unidos y con el perdón oficial de la reina Isabel.
  • Es, además, el mayor apoyo del príncipe Andrés, con quien comparte casa y vida 20 años después de haberse divorciado y a pesar de que hoy se vea envuelto en un escabroso caso judicial.

ferguson«Su mayor enemigo en palacio es Felipe de Edimburgo. Sería el único motivo por el que

Andrés y Sarah no se casan de nuevo”.



“Andrés es el hombre más maravilloso del mundo», ha dicho Sarah de su exmarido, envuelto recientemente en un escándalo de prostitución de menores. 

“En EEUU el interés por la realeza es enorme. Y en este caso el carácter de Sarah es grandioso”,

explica su antiguo socio.

“Tenías suerte si lograbas frenar dos de cada diez decisiones erróneas de Sarah”, desvela un antiguo colaborador.

“Es todo basura. Busca explotar el victimismo e inspirar compasión”, asegura alguien que ha

trabajado con ella.

“¿Podría decirme cuál sería la remuneración económica por hacer esta portada?”, nos preguntan

desde su agencia. Uno de los antiguos asesores de Ferguson no se sorprende: “Con

ella es todo siempre por dinero”.

Ferguson ha vuelto al foco mediático cinco años después de haber tocado fondo. Ocurrió en 2010 cuando se difunció un vídeo en el que se veía como la duquesa aceptaba dinero de un falso jeque árabe (que en realidad era un reportero de The News of the World) a cambio de tener acceso al príncipe Andrés. Su imagen quedó dinamitada y Ferguson se defendió asegurando que estaba acuciada por las deudas y “espoleada” por el alcohol. Entonces siguió la estrategia de la prestigiosa agencia Bell Pottinger, a quienes contrató para gestionar la situación de crisis: mantener un perfil bajísimo.

Pero los problemas de su ex —el príncipe Andrés se ha visto recientemente salpicado por un escándalo de prostitución de menores, aunque aún no está acusado de ningún cargo—, le han servido de trampolín para volver a salir en su defensa.

La duquesa lleva intentando limpiar su imagen desde que se casó con el príncipe Andrés. “La gente la veía como una mujer codiciosa que se aprovechaba de su estatus y vivía de la familia real en lugar de con la familia real”, afirma el periodista Richard Kay, delDaily Mail, especializado en la casa real británica desde hace más de dos décadas.

Los problemas de dinero de Sarah Ferguson han sido crónicos desde su separación en 1992, y desde entonces ha mantenido una variopinta actividad. Es autora de más de una docena de libros infantiles, ha publicado dos autobiografías y un puñado de libros de estilo de vida. Es conferenciante, por un salario que supera los 200.000 euros, en charlas en las que habla sobre cómo ser una buena madre o cómo sobreponerse a las adversidades.

Mike Donahue, uno de sus socios antes de la tormenta de The News of the World, intentó en su día convertirla en una mujer superventas. El plan de negocios al que ha tenido acceso Vanity Fair, era transformarla de “superviviente” a “poderosa”, de “divorciada de la realeza” a “aristócrata”, de “madre famosa” a “madre exitosa”, de “tradicional” a “original” y de “inspiradora” a “aspiracional”. Pero trabjar con Sarah no era fácil. “Parecía muy decidida. Y teníamos muchas ideas. Pero siempre terminaba por sabotear todo”, explica otra persona que ha trabajado con ella en el pasado. ¿Conseguirá esta vez controlar sus demonios?

Fuente: www.revistavanityfair.es